9 de mayo 2024
¡Que alguien me explique!
Bartlett y la caída del otro Sistema
Manuel Bartlett tiene ese “don” político de estar en el lugar correcto, para operar las cosas incorrectas y acabar modificando el resultado esperado y siempre cuestionado
Por Ramón Alberto Garza
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Manuel Bartlett tiene ese “don” político de estar en el lugar correcto, para operar las cosas incorrectas y acabar modificando el resultado esperado y siempre cuestionado.
Eso le sucedió en 1988, en la elección presidencial en la que, la llamada caída del Sistema -el del conteo de los votos- facilitó, en una muy cerrada contienda, la victoria del priista Carlos Salinas de Gortari sobre el candidato de la izquierda, Cuauhtémoc Cárdenas.
Nadie lo condenó y, desde entonces, Bartlett es premiado con cargos públicos relevantes en gobiernos tricolores, azules o guindas. Secretario de Educación, senador, gobernador de Puebla y director de la CFE.
Y si quieren conocer el secreto del político poblano, asómense a partir del 15 de mayo a mi libro “Dinastías: Dos familias, una nación” en donde descorremos -entre muchos mitos- la cortina de por qué Bartlett es el “intocable” que transita por todos los colores.
Pero ahora, el cuestionado director de la Comisión Federal de Electricidad de la Cuarta Transformación, uno de los epicentros de corrupción del actual gobierno lopezobradorista, podría volver a hacer historia en una elección presidencial, si se le salen de control los apagones que este martes colapsaron nueve centrales de generación, trastocando el sistema nacional de interconexión eléctrica.
Dieciséis estados se quedaron a oscuras, incluyendo la Ciudad de México, el Estado de México, la frontera de Tamaulipas, Morelos, Oaxaca, Puebla, Hidalgo, Chiapas, Quintana Roo, Yucatán, Guanajuato, San Luis Potosí, Aguascalientes, Zacatecas, Veracruz y Tabasco.
Y el pueblo “bueno y sabio” podrá no entender de corcholatas o de frentes opositores, pero si lo dejan primero sin agua y ahora sin luz, los recuerdos por el 10 de mayo no sólo se adelantarán, sino que se multiplicarán por todo el territorio nacional.
Y si esa crisis eléctrica no se arregla antes del 30 de mayo, cobrará su factura con menos votos a Morena y a su candidata. Una crisis que -en su momento se les advirtió- pudo evitarse si no se hubiesen frenado las nuevas inversiones privadas ni cancelado la promoción de energías verdes.
Pero esa soberbia, esa petulancia, ese derroche de miradas con desdén que destila Bartlett, le impidieron ver la realidad. Y convenció al presidente López Obrador a cerrarle las puertas al crecimiento con nuevas inversiones.
Y dedicaron dos mil 400 millones de dólares a comprarle 13 plantas generadoras de energía a la española Iberdrola -muchas de esas instalaciones, a punto de ser entregadas al gobierno por contrato, sin pago- sólo por el capricho de decir que la CFE ya “controla” la industria, pero sin generar un nuevo kilowatt para aminorar el déficit que ahora se padece y que está generando esos apagones masivos.
Pero algo le debe, el presidente López Obrador a Manuel Bartlett, que lo cuida, lo defiende de lo indefendible y aún con evidencias claras no lo toca ni con la brisa de una mañanera.
Hasta que su nueva caída del Sistema -no el electoral, sino el eléctrico- mantenga a oscuras las aspiraciones de Morena y despache a las tinieblas a la Cuarta Transformación.
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