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Alito en aprietos

Alejandro “Alito” Moreno tiene que dejar clara su posición frente a la iniciativa presidencial de la nueva Ley de Energía. Está obligado a ratificar los principios que marca el PRI en su Plan de Acción

Por Ramón Alberto Garza

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Los jerarcas del PRI (liderados por “Alito” Moreno) que tengan cola que les pisen y que por ello sean hoy rehenes de Morena y del gobierno de la Cuarta Transformación, tendrían que renunciar.

Sean dirigentes de partido, gobernadores, senadores o diputados, no tienen derecho a hipotecar el limitado futuro que tiene hoy el tricolor… y mucho menos, el de México como país.

Alejandro “Alito” Moreno tiene que dejar clara su posición frente a la iniciativa presidencial de la nueva Ley de Energía. Está obligado a ratificar los principios que marca el PRI en su Plan de Acción.

Lo primero que el presidente nacional del PRI (“Alito” Moreno) tiene que recordar es que fue su partido, bajo la iniciativa del presidente Enrique Peña Nieto, el que propuso las llamadas reformas estructurales que incluían la Reforma Energética.

Bajo esos principios valdría la pena revisar lo que dice el Plan de Acción tricolor, que no da espacios para repensar si el partido se le une a Morena en la cancelación de la Reforma Energética que alguna vez abanderó.

Ese Plan de Acción del PRI habla de competencia sectorial, habla de apertura, habla de apoyar las transformaciones en el sector energético, de energías limpias y de combate a los monopolios para abaratar los costos al consumidor. Analicemos lo que dice el documento vigente.

Punto 31. Profundizar las transformaciones estructurales que promueven mayor competencia sectorial, de modo que la ciudadanía sienta los beneficios de esas acciones en su propio bolsillo. Cuando hay pocos proveedores de un bien o servicio, es probable que los precios que se pagan sean más altos de los que podrían estar disponibles.

Traducido el español, nada de monopolios, sepultados por caros.

Punto 32. Ante el actual contexto internacional, el Partido apoyará que las transformaciones ocurridas en sectores estratégicos como comunicaciones y energía se contemplen en el Tratado Comercial para América del Norte.

Traducido al español, cuidado con violentar lo que ya está firmado -e invertido- a través del tratado con Estados Unidos y Canadá.

Punto 33. Ampliar la disponibilidad de fuentes de energía para el mercado mexicano, preferentemente fuentes limpias. Todas las industrias utilizan algún tipo de energía como insumo y por tanto, en la medida en la que hay más energía disponible y a menos costo, quienes la utilizan podrán crecer mucho más rápido. La energía asequible y no contaminante es fundamental para construir ciudades y comunidades sostenibles en las que haya industria, innovación e infraestructura.

Traducción al español, hay que buscar energías alternativas, baratas, de bajo costo, que no contaminen.

Ninguno de estos enunciados priistas responde a lo que propone en su reforma el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Ante tan contundente evidencia, no será fácil que el presidente nacional del PRI (“Alito” Moreno) traicione esos principios, y que de la mano de algunos gobernadores y legisladores, abra una ventana para claudicar a lo que seis años antes ellos mismos abanderaron y convencieron a la oposición para que votaran a favor.

Quizás por eso, el priista Miguel Riquelme no quiso guardar silencio y salió al paso en Torreón para decir que la iniciativa de reforma eléctrica no busca el progreso de México ni la sostenibilidad de su crecimiento, ni tampoco el bienestar de sus habitantes.

Y para que no quede duda, el gobernador de Coahuila -capital nacional de carbón- sentenció que la iniciativa presidencial es un retroceso que va contra las tendencias mundiales, que no tiene visión de futuro y es tan disfuncional que elevará los costos de generación de energía frenando la inversión.

No se quedó atrás la ex líder nacional del PRI, Claudia Ruiz Massieu, quien también salió a pintar su raya de las posiciones revisionistas que promueven el actual dirigente tricolor, algunos gobernadores y legisladores de su partido.

“Es una iniciativa que, no solo representa un retroceso, es idéntica a la Ley de Industria Eléctrica que nosotros impugnamos, junto con el bloque de contención ante la Suprema Corte ¿por qué?, porque creemos que, además de ser un retroceso, no es lo que el país necesita en materia de desarrollo”.

Sin duda, por eso los dirigentes del PAN y del PRD manifestaron su preocupación respecto a que el PRI cierre filas a favor de la reforma eléctrica promovida desde Palacio Nacional.

Y seis de los más altos jerarcas del PAN, el PRI y el PRD -unidos en la alianza Va Por México- se reunieron en una comida para hacer un extrañamiento al tricolor por romper el bloque frente a la amenaza de la reforma energética. Si el PRI consuma el golpe, la alianza se fragmentará.

Por eso decimos que los dirigentes, los gobernadores y los legisladores que tengan cola que les pisen acabarán por negociar, en otras mesas, la entrega de la industria eléctrica y la recreación del monopolio que lesionará seriamente la economía de México y de los mexicanos.

Es absurdo que el PRI, el partido que hace seis años movilizó a todos los partidos a votar por las reformas estructurales, sea el que hoy se busque sumar a la destrucción de aquello que algún día apadrinó.

Alejandro “Alito” Moreno está en aprietos… en un momento en que el priista Miguel Ángel Osorio Chong ni la cara da.

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