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Política

Alertas de que las trabajadoras del hogar podrían seguir desprotegidas

Aunque el IMSS dio un paso para asegurar condiciones más justas a las trabajadoras del hogar, aún queda mucho pendiente por limpiar

Por Teresa Liaño

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El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) lanzó su programa piloto para afiliar a las trabajadoras del hogar. Aunque no es un proceso tan sencillo de realizar, la propuesta pretende crear mejores condiciones para los 2.3 millones de personas que se dedican al trabajo doméstico remunerado. De éstos trabajadores, 9 de cada 10 son mujeres.

La afiliación se realiza a través del portal web del IMSS. En este video se explican los pasos.

El acceso al seguro social les garantiza a las trabajadoras del hogar servicios médicos, hospitalarios, farmacéuticos, atención obstétrica, incapacidades, pensión por invalidez y vida, fondo para el retiro; así como prestaciones sociales dentro de las que se encuentran velatorios y guarderías. Estas prestaciones son extensivas para su cónyuge, hijos e hijas, así como para su padre y madre.

Sin embargo detectamos 5 alertas que podrían frenar el proceso para que las trabajadoras del hogar gocen de estos beneficios.

1. La brecha digital

El trámite se realiza vía internet y para realizar el registro se pide el correo electrónico de la interesada. Según la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, la escolaridad promedio de las mujeres trabajadoras del hogar es de 7 años.

Es probable que la empleada carezca de los conocimientos digitales necesarios para realizar el registro por sí misma. Esto le compromete su independencia porque estaría a expensas de una tercera persona para hacer trámites y recibir notificaciones.

2. ¿Y las que tienen más de un patrón?

Es común que las trabajadoras del hogar no laboren tan sólo en una casa. Por esto el programa de afiliación permite el registro de varios patrones. Tras ingresar la información realiza un cálculo para definir cuánto toca pagar a cada quien. Sin embargo esto implica que la beneficiaria debe coordinar a los distintos jefes.

Un estudio del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED) indica que el 96% de las trabajadoras del hogar no cuentan con un contrato que especifique sus actividades.
Esto las deja a la bondad de los patrones quienes con la mano en la cintura pueden prescindir de sus servicios y dejarlas desprotegidas ante sus obligaciones con el IMSS.

3. La afiliación es voluntaria, no obligatoria

En otros casos afiliar a los empleados en el seguro social es obligación del patrón, y el derecho de estar cubierto es del empleado. Con las trabajadoras del hogar la afiliación sigue siendo voluntaria ya que aún no existe una ley que obligue al patrón a dar la prestación.

El Sindicato Nacional de Trabajadores y Trabajadoras del Hogar (SINACTRAHO) presentó una reforma a la Ley Federal del Trabajo para que la afiliación sea obligatoria. Además incluye que se debe pagar como mínimo 350 pesos diarios para una jornada de 8 horas, pago de vacaciones conforme a la ley, de incapacidad, aguinaldo y pensión.

4. El registro va mes con mes

Cada mes la asegurada tendrá que solicitar en el portal web del IMSS los comprobantes de pago que corresponden al mes en curso. Posteriormente deberá entregarlos al patrón para que proceda al pago. Aquí encontramos otra alerta ya que, nuevamente, la empleadora se enfrenta con la brecha digital para generar los recibos. Además como no es un pago obligatorio, depende de la bondad del patrón o los patrones para que se emita el pago.

5. También ellas tendrán que pagar

Según la CONAPRED 4 de cada 5 trabajadoras se dedican al empleo doméstico por razones de necesidad económica y por factores asociados a la marginación y la pobreza.

El programa piloto contempla que la cuota de afiliación sea cubierta por 3 partes: gobierno, patrón o patrones, y por la beneficiada. Es decir que según cuanto gane al mes la trabajadora, será su aportación al IMSS. Esto compromete a que la interesada destine parte de su ganancia en cubrir las cuotas del seguro, o aumentar el costo de su servicio. Y de no estar de acuerdo con alguna de las anteriores, hasta podría preferir permanecer sin el beneficio del seguro social.

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