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¡Que alguien me explique!

¡A la calle, Mirrey!

Si creíamos que ya lo habíamos visto todo con la entronización de Donald Trump como el prototipo del Mirrey norteamericano, estábamos muy equivocado

Por Ramón Alberto Garza

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Si creíamos que ya lo habíamos visto todo con la entronización de Donald Trump como el prototipo del Mirrey norteamericano, estábamos muy equivocados.

La vanalidad, la superficialidad, el culto al dinero y a la imagen, la egolatría excelsa, la magalomanía en su esplendor, la mitomanía como ejercicio diario, no tienen límites en el gobierno norteamericano. Fake news, fake president, fake cabinet, fake politics.

Porque la designación y súbito cese de un papirrín, un perfecto prototipo del Mirrey norteamericano, como jefe de comunicaciones de la Casa Blanca vino a devaluar el de por si pobre y muy peligroso gobierno de Trump.

La entrevista de la revista New Yorker vieno a exhibir a Anthony Scaramucci como un perfecto idiota que supera en lengua suelta, estupidez y vacuidad a Vicente Fox y a Jorge Emilio “El Niño Verde” Gonzalez, juntos.

¿Tienen dudas del nivel de diplomacia que ejerce este hombre que se viste y habla como moderno mafioso italiano, sacado de una película de Martin Scorsesse? Analicemos sus declaraciones al New Yorker.

“Yo no soy Steve Bannon, yo no trato de chuparme el pito a mi mismo”. ¿Así, con ese hermoso lenguaje, pensó ganarse al gabinete y a los periodistas el influyente asesor de Trump?

“No he hecho nada malo con mis estados financieros, así que ellos se van a chingar”. ¿Así tan respetuosamente les respondía a quienes lo cuestionan?

“Lo que quiero hacer es chingados matar a los filtradores y poner la agenda del presidente en su lugar”. ¿Así de pacífica era la diplomacia del nuevo hombre cercano al desequilibrado Trump?

“Reince es un pinche paranoide, esquizofrénico. Un paranóico”. ¿Asi de amigable debutó entre sus pares el nuevo gran comunicador del gobierno norteamericano?

“Claro, déjenme ir, porque voy a comenzar a tweetear alguna mierda para volverlo loco” (a Reince Priebus).

¿Así de efectivo e influyente era, que obligó a la salida del jefe de asesores de Trump?

“Métetelo en la cabeza, tu Judío hijo de la chingada.

Tu solo existes por mi. Esa es la única razón”. ¿Así era de incluyente y respetuoso con todas las razas y religiones?

“Los voy a despedir a todos y cada uno… todo el lugar (el área de comunicación de la Casa Blanca) va a ser
despedido en la próximas dos semanas”. ¿Así de “buena gente” sería el comunicador que tendría que lidiar con la prensa norteamericana?

Lo que alertamos, es que si Trump vio en el autor de tanto estiércol verbal y mental a un ser capaz de ser la voz de su gobierno, entonces… “Mexico, we have another huge
problem”.

Sobre todo cuando ese Mirrey fue capaz de insultar a los mas poderosos del gabinete, a todo el departamento de comunicación de la Casa Blanca y a los judíos, y en 10 días
no pasó nada.

Por el contrario. El jefe de asesores insultado renunció, Bannon guardó prudente silencio esperando su momento y los periodistas le provocaron al gran comunicador su primer resbalón en el New Yorker.

Pero a pesar de tanta evidencia, Trump sostuvo 10 días a Scaramucci , es porque piensa exactamente lo mismo que el comunicador con imagen, lenguaje y modos de mafioso italiano. Hasta que la presión del gabinete lo obligó a expulsarlo ayer de la Casa Blanca.

Pero no nos confundamos. Con ese gobierno y esos personajes, México deberá negociar el Tratado de Libre Comercio.

Es un puñado de irreverentes mirreyes, sin respeto por nada y por nadie, ocupados solo de su poder, de su dinero y de su imagen. ¡Cuidado!

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