La 4TEC

El Instituto Federal Electoral tiene dos nuevos clientes políticos a quienes supervisar: la Confederación Patronal de la República Mexicana y el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey.

Sin registro oficial, tanto la Coparmex como el Tec de Monterrey se están instalando de facto como un partido político que buscará abiertamente llevar a un candidato, de ser posible a Gustavo de Hoyos, a la Presidencia de la República.

El primer paso fue revelado ya en un amplio reportaje en el semanario Proceso, en donde se exhiben documentos de un plan de 39 páginas en el que se anuncia que iniciarán un proyecto de nación a largo plazo bajo el nombre de “Alternativa por México”.

Es un proyecto político confrontativo al del presidente Andrés Manuel López Obrador y su gobierno de la 4T. Y por el epicentro intelectual y operativo, bien podríamos bautizarlo como “La 4TEC”.

La dupla Coparmex-Tec opera con el trabuco de Gustavo de Hoyos, presidente de la Comparmex, y José Antonio “El Diablo” Fernández, presidente del Consejo del Tecnológico de Monterrey y también del grupo FEMSA.

Por supuesto que en la libertad de la que gozamos en México todos tenemos derecho a crear cruzadas cívicas, a  promover liderazgos, a disentir de los gobiernos establecidos e incentivar acciones alternativas si es lo que elegimos. Faltaba más.

Pero una cosa es promover un proyecto cívico y otra muy distinta es fraguar un proyecto político con el objetivo de hacerse de las llaves del Palacio Nacional. Y eso no es figurativo en este proyecto de la 4TEC.

Cuestión de revisar que además de ser el líder empresarial más crítico al actual gobierno lopezobradorista, Gustavo de Hoyos busca abiertamente ser el candidato presidencial en el 2024. Lo anunció sin tapujos en una entrevista publicada en junio en el mismo semanario Proceso.

Pero quien será hasta el próximo diciembre presidente de la Coparmex  ya viene promoviendo su candidatura en reuniones empresariales, con intelectuales y con personajes de los medios de comunicación.

Y para darle sentido, De Hoyos ya convenció a “El Diablo” Fernández para hacer mancuerna con el Tec de Monterrey, desde donde se crearán las plataformas y se financiará el reclutamiento de mil 320 líderes que en el 2021 se conviertan en “agentes ciudadanos del cambio”.

Para lograrlo se harán 22 foros en igual número de estados. Y de ahí saldrán no solo los “líderes del cambio”, sino candidatos que buscarán asientos de elección popular. 

Eso, por donde se le vea, califica como partido político. Y en México todo intento político de buscar un cargo público es regulado –sobre todo en su financiamiento- por el Instituto Nacional Electoral.

¿Someterán a la Coparmex y al Tec de Monterrey a un escrutinio financiero sobre el origen y destino de los recursos para financiar a la 4TEC?

El caso se pone espinoso cuando se analiza que el presidente del Consejo del Tec de Monterrey es el empresario que más desaires le ha hecho a las reuniones empresariales convocadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Y si se considera que será la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno del Tec de Monterrey, que preside el ex secretario de Gobernación del sexenio de Felipe Calderón, Alejandro Poiré, ya se puede inferir la línea ideológica que tendrá la 4TEC y cual será el partido más beneficiado por el “proyecto cívico”.

Insistimos… se vale disentir, es sano para México que se creen alternativas políticas -nos urgen-, existe libertad para estar de acuerdo o en desacuerdo con el gobierno.

Lo que no es correcto es usar dos instancias presumiblemente privadas –la Coparmex y el Tec de Monterrey- para en nombre de la libertad crear un partido político disfrazado, lejos del escrutinio de las instituciones electorales.

¿Qué dirán de eso los empresarios que pagan sus cuotas a la Coparmex o los padres de familia que pagan las colegiaturas de sus hijos en el Tec de Monterrey?