¿Cuánto falta para la elección?

2 de mayo 2024

20 de octubre 2020

Opinión

#YoQuéVoyASaber | Vamos disculpándonos todos

Yo qué voy a saber

Cuando el maestro de FIME llamó pinche burro a su alumno se le exigieron disculpas. Cuando el cineasta Michel Franco dijo que el término whitexican era racista, se le exigieron disculpas. Pero cuando el presidente exigió que España y la Iglesia que se disculparan con los pueblos originarios por la conquista muchos lo llaman exagerado.

Por Carolina Hernández

COMPARTE ESTA HISTORIA

Yo más bien lo llamaría incongruente, porque España se fue aquí en 1821 y en este país a los indígenas se les sigue despojando de sus tierras, se les sigue tratando con desprecio y se les sigue matando.

Desde el año pasado, López Obrador envió una carta al Rey Felipe VI y al Papa Francisco con el fin de que el 2021, cuando se cumplan 500 años de que los españoles entraron a Tenochtitlán sea el Año de la Reconciliación.

Yo estoy totalmente de acuerdo en que España y la Iglesia deben disculparse por las atrocidades cometidas en esa intervención. Aunque hace 500 años no existiera el Estado español como tal, los agravios cometidos durante la intervención deben ser expiados.

Pero en un acto de coherencia, el Estado mexicano debería también disculparse y comenzar a garantizar los derechos de los pueblos originarios.

Por que sí, el despojo de los territorios indígenas forma parte de un modelo económico que no inició en este sexenio, pero cuando Andrés Manuel tomó protesta como presidente, los pueblos originarios le entregaron el bastón de mando con el que le mostraron respeto y lo reconocieron como su líder.

A ningún otro gobernante le habían dado esa confianza.

Aún así, en este país los pueblos originarios sobreviven en medio de la misma miseria, la misma discriminación, el mismo abuso y el mismo olvido de siempre.

En 2018 el Coneval reveló que el 69.5 por ciento de la población indígena vive en situación de pobreza.

Y de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Discriminación el 40.3% de la población indígena declaró haberse sentido discriminada por pertenecer a los pueblos originarios.

La mayoría de los indígenas son invisibles para muchos mexicanos. Son menospreciados y maltratados.

Y de eso, deberíamos disculparnos todos.

Pedro Uc es un activista maya integrante del Consejo Nacional Indígena que no entiende por qué el Tren Maya lleva el nombre de su cultura, pero los indígenas no tienen inclusión en este proyecto.

Para Pedro, la promesa de crear 400 mil empleos tampoco le emociona tanto, pues está seguro que serán los mismos empleos mal pagados de siempre.

Pero no solo es el Tren Maya, también está el Corredor Transístmico y el Proyecto Integral Morelos, por mencionar algunos.

La imposición de megaproyectos en los territorios indígenas durante este gobierno se hace tal y como lo hicieran los gobiernos anteriores. Y protestar por ello, es un riesgo.

El 20 de febrero del año pasado, luego de denunciar el proyecto de la termoeléctrica de la Huexca, en Morelos, el campesino indígena náhuatl Samir Flores Soberanes fue asesinado a balazos.

Tres días después el presidente presentó una consulta para realizar la central energética.

Los desencuentros entre los pueblos indígenas y la cuarta transformación son tales que el Congreso Nacional Indígena y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional han calificado al gobierno de mantener una guerra contra los pueblos.

Porque también mataron al líder indígena Leonel Díaz, que estaba en contra de la construcción de una hidroeléctrica en la comunidad de San Juan Tahitic, en Puebla.

Y al activista rarámuri Antonio Montes que había manifestado en el aeropuerto de Barrancas del Cobre en el poblado de Creel, para denunciar el mal uso del fideicomiso creado en 2016 para indemnizar a los pobladores por la construcción de esa pista.

Y al indígena Kumiay Óscar Eyraud, quien había denunciando el acaparamiento de aguas por parte de grandes empresas en Tecate, Baja California…

Así que, si queremos ser congruentes, tenemos que aceptar que la deuda histórica con los pueblos indígenas no es solo de España y de la Iglesia. Y si hay que disculparse -y claro que hay que hacerlo- hay muchos más que debemos formarnos en esa fila.

Publicidad
Publicidad
Publicidad