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14 de octubre 2020

Opinión

#YoQuéVoyASaber | Lilly y Hugo: Los protagonistas

Yo qué voy a saber

De un lado, los dramáticos reproches de Lilly Téllez. Del otro, las arrogantes excusas de Lopez Gatell. A simple vista parecen muy diferentes, pero en el fondo hay algo que comparten: Su protagonismo sin límites.

Por Carolina Hernández

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A simple vista parecen muy diferentes. De un lado, los estruendosos y dramáticos reproches de la senadora Lilly Téllez

Del otro, las arrogantes y parsimoniosas excusas del doctor Hugo López Gatell

Pero en el fondo hay algo que comparten: Su protagonismo sin límites.

La accidentada comparecencia del subsecretario de salud en el Senado tuvo dos discursos que por su forma distrajeron su fondo.

Primero, el de exconductora y exmorenista Lilly Téllez, que en un arrebato de pasiones se desbordó en reclamos que, para ser sincera, me tomó tiempo descubrir que estaba de acuerdo con ella en varios puntos.

Sí, la tasa de letalidad en nuestro país es altísima.

Sí, la lealtad a ciegas del subsecretario hacia el presidente raya en el cinismo,

Y sí, López Gatell se obsesionó con que los números le dieran para aplanar la curva fuera como fuera…

En todo eso y algunas cosas más coincido con la melodramática senadora… pero me fue muy difícil reconocer esas verdades en medio de la estridencia de sus gritos, la exageración de sus gestos y la casi cómica teatralidad de su discurso.

Tengo que confesar, que mientras la senadora se rasgaba las vestiduras, hubo momentos yo veía esto.

Aún así, su intervención exacerbó los ánimos de una oposición que, para mi gusto, debería sentirse ofendida de ser representada de esa manera.

Luego, vino la respuesta del paladín de la salud. El subsecretario del amor, quien apenas hace unos días había sido tendencia no por su buen manejo de la epidemia si no por su destreza para el romance.

El doctor habló -como ya es su costumbre- con un tono innecesariamente condescendiente y soberbio.

La eminencia hizo alarde de todas las palabras esdrújulas de su repertorio para evidenciar una superioridad intelectual que, seamos sinceros, contra Lilly Téllez es, cuando menos, inútil.

Debajo de su rebuscado discurso, el encargado de la crisis sanitaria no dijo nada nuevo. Excusas con diferente narrativa e insultos con nuevas estructuras gramaticales. Nada más.

Aun así, su fanaticada lo ovacionó de pie por su talento y clase para llamar tonta a una senadora.

No lo sé, pero yo de un subsecretario de salud no espero que se distinga por sus capacidades para agraviar, preferiría un poco más de capacidad en cuestiones un tanto más medicas y epidemiológicas.

Al final de lo que se hablo, de lo todos hablamos fue de ellos. De Lilly y de Hugo.

No de los niños que tienen que lidiar con el cáncer y la falta de medicamentos.
No de los miles de enfermos de Covid que demandan mejor atención médica.
No de los médicos que reclaman más recursos.
No de los muertos…

Hoy hablamos de los más vivos.

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