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Opinión

#YoQuéVoyASaber | El odio no es libertad

Yo qué voy a saber

Sí, la libertad de expresión es una de las principales conquistas de la humanidad, sin embargo, utilizarla para validar acciones que acosan, persiguen, discriminan e incitan al odio no solo es ilegal, también es irresponsable

Por Carolina Hernández

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De acuerdo con algunas personas, entre ellas Lucía Alarcón, editora de Harpers Bazaar México, la homosexualidad se quita con la ayuda de Jesús y “terapias de conversión”.

Pero aplaudir ese tipo de terapia de conversión no es libertad de expresión, es una postura que valida la violencia, la tortura y la violación de los derechos humanos.

Porque, como cualquier otro derecho, la libertad de expresión no es absoluta, tiene límites… y el discurso de odio es definitivamente uno de ellos.

Lucía Alarcón puede cambiar su vida al lado de Jesús o Juan, si eso le hace feliz.

Lucía puede incluso creer que la homosexualidad se cura, aunque sea muy 1970…

Pero si Lucía promueve una práctica que tortura, denigra, es inhumana y cruel, Lucía está fomentando un discurso de odio hacia una comunidad ya de por sí discriminada.

Porque además, incurre en un delito, pues en la Ciudad de México -donde reside la editora- las llamadas terapias de conversión están tipificadas como delito contra el libre desarrollo de la personalidad y la identidad sexual.

Sí, la libertad de expresión es una de las principales conquistas de la humanidad, sin embargo, utilizarla para validar acciones que acosan, persiguen, discriminan e incitan al odio no solo es ilegal, también es irresponsable.

Por eso Lucía, y quienes la defienden, no se pueden disfrazar de libertad de expresión un discurso que vulnera el derecho de otros a decidir cómo vivir su vida.

Una investigación del Departamento Legal de UCLA de enero de 2018 encontró que 698 mil personas LGBT+, entre 18 y 59 años, se habían sometido a una o más “terapias” de conversión en los Estados Unidos. Casi 60 mil, eran menores de edad.

De acuerdo la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos las “terapias de conversión” pueden equivaler a actos de #tortura.

Algunos de esos “tratamientos” incluyen la privación de la libertad, tortura, violaciones correctivas, electroshocks, rezos y medicación intensiva.

Yaaj México, una organización encargada de promover, proteger y garantizar los Derechos Humanos de la población LGBT+ en el país, documentó algunos testimonios sobrevivientes a las terapias de conversión.

Desgarradoras historias que fueron leídas por voceras y voceros de la campaña #JusticiaSinDiscriminación

Luego de borrar su tuit, y de que Harpers Bazaar Estados Unidos se pronunciara al respecto, Lucía publicó una disculpa y agradeció a quienes la han orientado. Sí, porque esa es la única orientación por la que Lucía debe estar preocupada. La suya.

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