5 de abril 2022
Opinión
#YoQuéVoyASaber | De la revocación a la ‘vengación’
Yo qué voy a saber
En el fondo, todos sabemos que la revocación de mandato busca muchas cosas y que ninguna de ellas es revocar al presidente… La revocación es una excusa para la ‘vengación’
Por Carolina Hernández
COMPARTE ESTA HISTORIA
En el fondo, todos sabemos que la revocación de mandato busca muchas cosas y que ninguna de ellas es revocar al presidente.
Si no, ni él ni su gabinete estarían tan afanosamente promoviendo incluso por encima de las leyes que, les gusten o no, aún están vigentes.
La revocación es una excusa para la ‘vengación’.
Desde que se le puso fecha a la consulta, la “revocación del mandato” no ha tenido mayor porrista que el mismo mandatario.
Nadie en su sano juicio buscaría con tanto ahínco ser relevado de su puesto a menos que: uno, se sienta muy conforme con su trabajo o dos, vaya a lograr un beneficio de eso.
Y si la razón del presidente es la uno, perdón pero no está en su sano juicio.
Porque por más “otros datos” que tenga no puede creer genuinamente que su trabajo como ejecutivo es algo para dormir en paz.
Y si la razón es la dos, habrá qué pensar muy bien cuál podría ser ese otro beneficio de la consulta.
Así, “a bote pronto” se me ocurren tres letras: INE.
No es un secreto que al presidente no le gustan las instituciones.
Y si son autónomas mucho peor.
El mandatario le tiene un añejo -y hasta cierto punto- justificado rencor.
En 2006, el actual presidente acusó al IFE de ser cómplice de un fraude que le arrebató el poder.
Uno de los argumentos fue que el Instituto había usado un algoritmo para alterar el cómputo de votos para que ganara Felipe Calderón.
Como consecuencia de eso, los simpatizantes de López Obrador bloquearon, durante 47 días, la avenida Paseo de la Reforma, él escribió su libro ‘La mafia nos robó la presidencia’ y, según sus propias palabras, el país se hundió.
En 2012, López Obrador volvió a competir y volvió a acusar de fraude.
En esa ocasión señaló a Enrique Peña Nieto de compra masiva de votos. Y acusó al IFE de hacerse de la vista gorda.
Finalmente, en 2018, AMLO ganó las elecciones y entonces felicitó al ahora INE por finalmente hacer bien su trabajo.
Pero luego vinieron las elecciones intermedias y el partido oficial perdió la mayoría absoluta en la Cámara de diputados…
Entonces, el presidente vuelve a acusarlos de no estar haciendo bien las cosas.
Y sí, el instituto encargado de las cuestiones electorales no es un dechado de virtudes, sin duda necesita fortalecerse, profesionalizarse y una reforma no le caería mal…
El problema es que todos esos cambios no deberían estar motivados por el ánimo revanchista del jefe supremo.
Porque no se necesita ser vidente para saber que la revocación de mandato va a salir mal.
No hay presupuesto suficiente y hay tanta polarización que por muchos que salgan a votar difícilmente se completará el 40% de la lista nominal para que cualquier resultado sea vinculante.
Saldrá mal.
Y el responsable será el INE.
Y entonces se reforzará la necesidad de desaparecerlo.
Y entonces se impulsará la reforma electoral.
No, la revocación de mandato no busca revocar el mandato.
Busca argumentos para mandar al diablo a esa institución que el presidente trae atravesada desde hace más de 16 años.
Andrés Manuel busca vengarse del INE por hundir al país, hundiendo el país.
Finalmente, si votamos o no, parece ser lo de menos, porque en esta consulta, nadie gana.