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18 de octubre 2024

21 de agosto 2024

¡Que alguien me explique!

“Yo los hice más ricos”

Desafiante, altanero, prepotente, el presidente López Obrador salió ayer en la mañanera a intentar pintarle su raya a los empresarios más acaudalados de México. Como dirían en la secundaria: “Les cantó el tiro… ya de salida”

Por Ramón Alberto Garza

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Desafiante, altanero, prepotente, el presidente Andrés Manuel López Obrador salió ayer en la mañanera a intentar pintarle su raya a los empresarios más acaudalados de México. Como dirían en la secundaria: “Les cantó el tiro… ya de salida”.

Y retó a Carlos Slim, a la Familia Baillères, a Germán Larrea, a Ricardo Salinas Pliego y a María Asunción Aramburuzabala a que fijen sus posiciones frente a la pretendida Reforma Judicial que busca elegir a jueces y magistrados por voto popular, e incluso, por sorteo o tómbola. Al diablo con el conocimiento.

La reacción del inquilino de Palacio Nacional fue producto del berrinche que hizo porque el Consejo Coordinador Empresarial y el Consejo Mexicano de Negocios exhortaron al Instituto Nacional Electoral y al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación a que buscaran los equilibrios y el respeto a la Constitución en la asignación de las diputaciones y senadurías plurinominales, para evitar caer en la sobrerrepresentación. Que con el 54 por ciento de los votos, Morena y sus aliados no terminen con el 74 por ciento de los asientos legislativos.

El presidente López Obrador intentó hacer oídos sordos a los exhortos empresariales de los organismos cúpula y emplazó a los grandes patronos, a los más ricos, a que en lo individual se pronunciaran. Los retó a que no se escudaran detrás de las siglas del CCE y del CMN, que cada uno fijara postura para saber de qué lado están.

Y para exhibirlos mostró una gráfica en la que revela cuánta riqueza tenía cada uno cuando arrancó su sexenio en 2018 y cuánto tienen ahora que termina en 2024. Es decir, qué tal les fue con el gobierno de la Cuarta Transformación.

Carlos Slim arrancó el sexenio con 67 mil millones de dólares. Ahora su fortuna es de 102 mil millones. Un crecimiento del 52.2 por ciento. Nada mal para quien fue el constructor favorito del sexenio y al que le perdonaron hasta la tragedia de su Línea 12.

Germán Larrea arrancó el sexenio con 17 mil 300 millones es de dólares y lo cerrará con 27 mil 900 millones. Un crecimiento de su capital del 61.2 por ciento. Y todo en medio de los conflictos con el gobierno por los derechos de paso de sus ferrocarriles y las disputas de las concesiones mineras.

Ricardo Salinas Pliego, de acuerdo a la gráfica presidencial, inició en 2018 con 7 mil 100 millones de dólares y está cerrando con 13 mil 400 millones, un crecimiento de 88.7 por ciento. Eso en medio de los reiterados ataques presidenciales sobre presuntos pagos pendientes de impuestos.

La Familia Baillères, arrancó el sexenio con 10 mil 700 millones de dólares de patrimonio y está acabado el 2024 con 8 mil 100 millones. Una reducción del 24 por ciento, justificado por la venta de sus inversiones energéticas al grupo de Carlos Slim.

Y María Asunción Aramburuzabala, con un crecimiento del 6.7 por ciento, al pasar de 5 mil 900 a 6 mil 300 millones de dólares.

En la lista exhibida en la Mañanera por el presidente López Obrador se advierte que Fernando Chico Pardo, del grupo aeroportuario Asur, creció su fortuna en 220 por ciento y Rufino Vigil González, conocido como el Rey del Acero, en 142 por ciento.

Lo que el inquilino de Palacio Nacional intentó desnudar no fue tanto su postura sobre la Reforma Judicial, sino su desencanto de saber que los hombres poderosos de México, los que multiplicaron con él sus capitales, le están llevando la contra a su capricho.

La traducción de lo que vimos ayer fue “a ver, los quiero ver que me den la contra después de que a la mayoría de ustedes les engrosé su patrimonio”. ¿Alguno de ellos se atrevería?

El único que, hasta ahora, manifestó su posición en contra de la Reforma Judicial fue Ricardo Salinas Pliego. El presidente de Azteca, Elektra y otros conglomerados salió a fijar postura en sus redes diciendo: “Encuesta para mis seguidores y odiadores pagados. ¿Es democrático, correcto y constitucional que el partido en el poder y sus aliados, el PVEM y el PT, se adjudiquen 75% de las curules en la Cámara de Diputados, cuando el pueblo les otorgó SOLAMENTE el 54% de los mismos? Prácticamente es el robo del 21% de curules a plena luz del día 😳!!!”.

En el fondo, lo que el presidente López Obrador exhibe con esta provocación es un desafío abierto a los grandes hombres y mujeres del capital: “A ver, atrévanse a morder la mano de quien los hizo todavía más ricos”.

Algunos de los empresarios citados son a los que, en 2012, el candidato López Obrador, calificó como integrantes de La Mafia del Poder. Y lo que hoy el presidente quiere recalcar es que algunos de esas mafias son hoy mucho más poderosos, gracias a que él les dio contratos sin licitación, los apapachó en sus negociaciones, a flujos los hizo cómplices y al final del día les llenó las alforjas de dinero.

Pero la demagogia se topa con pared y ayer mismo, por la tarde, Morgan Stanley lanzó una alerta de reserva de inversión sobre México fincada en que la Reforma Judicial pondría en riesgo las inversiones. Y el efecto se vendrá en cascada con otros grandes fondos internacionales.

Y eso significará mayores tasas de interés frente al más elevado riesgo México, pero, sobre todo, la herencia de una bomba de tiempo financiera para la presidenta electa Claudia Sheinbaum. Están jugando con fuego.

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