27 de noviembre 2019
¡Que alguien me explique!
Ya hay plan para crecer
El de ayer martes fue un día casi redondo para el presidente Andrés Manuel López Obrador y su gobierno de la 4T. Pero Trump lo arruinó.
Por Redacción Magenta
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El de ayer martes fue un día casi redondo para el presidente Andrés Manuel López Obrador y su gobierno de la Cuarta Transformación.
El esperado anuncio del Plan de Infraestructura Nacional detona 147 proyectos de gran calado, con una inversión de 859 mil millones de pesos. La rueda comienza a moverse en la 4T.
Horas más tarde el inquilino de Los Pinos recibió a David Malpass, el presidente del Banco Mundial, quien le dio un voto de confianza al prometer apuntalar el proyecto económico los próximos cinco años que le restan a su gobierno.
Y el presidente López Obrador cerró la mañana recibiendo a Ana Botín, la presidenta de Banco Santander, quien se comprometió a apoyar con 100 mil millones de pesos el anunciado plan. Sin embargo, también anunció la buena nueva de que su Banco dejaría de cobrar comisiones a los mexicanos en el envío de remesas desde el extranjero.
Pero el día se inició con un cónclave entre el gabinete del gobierno de la Cuarta Transformación y los líderes empresariales más importantes de México reunidos en Palacio Nacional para mostrar que no solo existe comunicación, sino visión y proyecto entre sector privado y gobierno.
Alfonso Romo, el jefe de la Oficina de la Presidencia y designado por el presidente como coordinador del Plan de Infraestructura Nacional, destacó que la consigna es acelerar el paso y eliminar las trabas para concretar en el menor tiempo los proyectos, a fin de cumplir con las metas de empleo y crecimiento.
Romo fue muy claro en advertir que en este magno plan no se incluían los temas ni de energía ni de salud, que por su trascendencia serían manejados por separado y anunciados próximamente.
El jefe de la oficina de la Presidencia recordó que existen 14 billones de dólares invertidos con tasas negativas en el mundo, por lo que existe una enorme oportunidad de atraer esos capitales a México.
Carlos Salazar Lomelí, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, fue el rostro empresarial que detalló los pormenores de los 147 proyectos en los que en principio se comprometió a invertir el sector privado.
El compromiso incluye 283 mil millones de pesos en inversiones para transporte, que incluye carreteras, puertos, aeropuerto y ferrocarriles.
También 252 mil millones al sector turismo, 118 mil millones de pesos al sector telecomunicaciones y 46 mil millones a programas para aguas y su saneamiento.
En primera fila para respaldar el anuncio estaban los capitanes de empresa, desde Carlos Slim, Rogelio Zambrano, Francisco Cervantes, José Manuel López, Jaime Chico Pardo, Daniel Chávez y Carlos Hank, entre otros.
El anuncio vino muy oportuno, en momento en que el INEGI decretaba un crecimiento cero para el tercer trimestre. El Plan de Infraestructura Nacional se instaló como la puerta de la esperanza para revertir el estancamiento.
Pero decíamos que el día fue casi perfecto porque al caer la tarde la fiesta fue saboteada por la declaración del presidente Donald Trump de que buscaría designar a los cárteles de la droga mexicanos como terroristas.
El anuncio del inquilino de la Casa Blanca cayó como balde de agua fría por las potenciales consecuencias no solo políticas, sino económicas que podrían derivarse de una medida de esa magnitud.
La propuesta original para calificar a los cárteles como terroristas vino de Bryan LeBaron, ciudadano norteamericano e integrante del clan a quienes les asesinaron tres mujeres y seis menores el 4 de noviembre en Sonora.
Así fue como el día que comenzó con una gran fiesta de la inversión nacional, acabó boicoteado por un intempestivo anuncio del presidente Trump, a quien el presidente López Obrador insiste en reiterar, una y otra vez, que es su amigo y amigo de México.
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