Urge policía fiscal

Uno de los más serios retos del nuevo gobierno de la Cuarta Transformación seráel de sacudir el árbol fiscal para meter en cintura a los contribuyentes. Desde personas físicas y causantes menores hasta las grandes corporaciones.

El reto es doble en una nación como México, en la que los ingresos fiscales apenas alcanzan el 17 por ciento del PIB, cuando economías similares a la nuestra logran entre como Argentina el 31 por ciento y Brasil el 32 por ciento. El promedio de la OCDE es del 34 por ciento.

Por eso entre las designaciones que todavía se esperan con interés esta la de quién será el director o directora del Sistema de Administración Tributaria(SAT).

El presidente electo Andrés Manuel López Obrador dio ya algunas pistas: será mujer y viene del norte. De hecho en un evento en tierras regias dijo que sería de Monterrey.

Pero quien sea que asuma tan delicada como estratégica encomienda, será un hecho que frente a la caída de ingresos como los petroleros y la falta de alternativas que los compensen, el endurecimiento para exigir el cumplimiento fiscal será obligado. Analicemos cinco de los mayores retos.

Uno.- Elevar no solo el padrón de contribuyentes sino el porcentaje promedio del pago de impuestos para colocarnos en la media mundial.

Depender de impuestos especiales, como el de las gasolinas,  acaba por volverse una injusta simulación que acaba por lesionar a los que menos tienen. Es cierto que los pobres no comen gasolina, pero todo lo que los pobres comen se mueve con gasolina.

Dos.- Acabar con las simulaciones y los tratamientos fiscales especiales de grandes corporaciones o de algunos  sectores estratégicos –minería, por ejemplo- que se escudan en artilugios legales para eludir el pago de impuestos.

Y dentro de este reto, sin duda está el de obligar a algunas de las principales corporaciones a ponerse al corriente de sus abultadas adeudos fiscales,dineros que mucha falta hacen para aplicarse en mitigar la desigualdad social.

Tres.- Si el mantra de la Cuarta Transformación es la lucha contra la corrupción, vamos poniéndole verdadera lupa a lo que sucede con el presupuesto nacional y las aplicaciones discrecionales que hacen secretarios de Estado, gobernadores y alcaldes.

Si algo distinguió al sexenio que termina fue el saqueo que al menos media docena de gobernadores consumaron en sus estados. Y ni que decir del rosario Estafas Maestras –en Sedesol, Sedatu y Agricultura- mas las que se acumulen conforme vayan abriendo la Caja de Pandora.

Cuatro.- Si de verdad se busca dar la lucha frontal al crimen organizado, seguir la famosa ruta del dinero será indispensable para cortarle las alas.

La explosión de casinos y casas de juego en los últimos dos sexenios creó una Banca Negra en donde se lavan miles de millones de pesos.

Son dineros provenientes del tráfico de drogas, el huachicoleo, los secuestros, las extorsiones, la ordeña a empresas privadas y por supuesto del saqueo a las finanzas públicas, vulgo “moches”.

El boom de “factureros”, individuos que hacen de la venta de facturas su millonario modus vivendi, confirma que blanquear dinero negro en este país se volvió el negocio de moda más lucrativo.

Por eso decimos que más que un ejército de fiscalizadores lo que urge es una auténtica policía fiscal que desenmascare y someta a esa floreciente e imparable delincuencia evasora.

Tres o cuatro personajes –políticos, empresarios o artistas- que sean puestos tras las rejas por evasión o blanqueo de dinero sería un buen ejemplo para demostrar hacia donde va fiscalmente la Cuarta Transformación.