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11 de julio 2025

21 de agosto 2019

Política

¿Por qué Trump quiere comprar Groenlandia?

Aunque lo que parecía una broma está a punto de causar un problema diplomático entre Estados Unidos y Dinamarca, la idea del mandatario no está basada en un simple capricho

Por Carolina Hernández

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El jueves de la semana pasada, The Wall Street Journal reveló que Donald Trump había planteado la idea de comprar Groenlandia.

Groenlandia es un territorio autónomo dependiente de Dinamarca, país que le transfiere el 60% de su presupuesto anual y controla su política exterior y de defensa. Trump será todo, pero mal empresario parece que no.

Y es que, además, Groenlandia es un foco importante de las defensas de Estados Unidos y tienen una importante base allí con sistemas de rastreo espacial y de detección de lanzamientos de misiles.

En 1951 Estados Unidos construyó una base aérea en Thule, a menos de mil 600 kilómetros del Polo Norte, en la costa noroeste de la isla.

La base, todavía operativa en la actualidad, es la única instalación existente al norte del círculo polar ártico y el puerto y base aérea más septentrionales que posee Estados Unidos, lo cual la convierte en clave en caso de que estallara un conflicto en el Ártico.

El asunto es que, como era de esperarse, la Primera Ministra danesa, Mette Frederiksen, describió la idea como «absurda» y dijo que confiaba en que Trump no hablara en serio.

«Groenlandia no está en venta. Groenlandia no es danesa, es groenlandesa. Espero de verdad que no sea nada que se haya dicho en serio», afirmó la primera ministra.

También el portavoz en Asuntos Exteriores del Partido Popular Danés tuvo comentarios para Trump.

«Si es cierto que está pensando en eso, es una muestra definitiva de que se ha vuelto loco», aseguró Søren Espersen.

Y el ex primer ministro danés y actual líder de la oposición, Lars Lokke Rasmussen se burló asegurando que seguro era una broma del día de los inocentes completamente fuera de temporada.

Pero todos sabemos que al mandatario norteamericano no le gusta que se burlen de él, por lo que, luego de esa respuesta decidió –mediante un tuit, por supuesto– cancelar una visita oficial que tenía programa al país danés.

El berrinche del presidente de Estados Unidos no cayó nada bien en Frederiksen, quien reconoció estar muy molesta por la decisión de Trump.

«Los preparativos estaban avanzados», dijo y además reiteró que Groenlandia no está en venta.

Pero el pleito no paró ahí. Ningún desencuentro termina rápido si Trump está involucrado.
El mandatario respondió a la Primer Ministra con una arrogancia que a nadie sorprendió.

«No fue una manera agradable de hacerlo. Podría haber dicho que no, preferimos que no», dijo Trump. «No está hablando conmigo, está hablando con los Estados Unidos de América”.

Esta no es la primera vez que los Estados Unidos intentan comprar Groelandia, una territorio estratégico importante por su cercanía al Ártico y sus recursos naturales como carbón, zinc, cobre y hierro.

En 1946, el presidente Harry Truman hizo una oferta para adquirirla por 100 millones de dólares. En aquella ocasión, el mandatario también se topó con el rechazo de las autoridades danesas. Aunque como no había Twitter pocos se enteraron.

Un dato.
La idea de Trump, aunque muchos consideraron ridícula tiene un antecedente: En 1917 Dinamarca le vende territorio a Estados Unidos. Washington le compró al país europeo las Indias Occidentales y las rebautizó como Islas Vírgenes.

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