Televisa las crea, Netflix las transforma

Las telenovelas no se destruyen, sólo se transforman. Ante el auge de las redes sociales y los contenidos streaming, éstas no se podían quedar atrás.

En un mundo competitivo y globalizado, las telenovelas lograron hacer su propia metamorfosis de la televisión abierta hacia la programación ‘on demand’. Pero, ¿cómo fue posible esto?

REINVENCIÓN

Si Netflix logró el éxito en países como Colombia con la serie de ‘Narcos’ y en Brasil con histriones de ciencia ficción como ‘3 %’, ¿Cómo alcanzarlo en México? Muy fácil: con el contenido que más consume nuestra raza.

Y es que de acuerdo a una Encuesta Nacional de Contenido Audiovisual del 2016, las telenovelas fueron lo más visto en ese año con el 42% de la audiencia en televisión abierta.

Por eso el propósito de productos actuales como ‘La Casa de Las Flores’, como reconoció su director Manolo Caro al periódico El País.

“El proyecto supone la reinvención de un producto que ha sido muy ‘generoso’ con México, devaluado con los años, pero vigente. No hay nada más real en la vida que este género, porque vivimos en él”, explicó Caro al rotativo español.

La evolución de las telenovelas streaming también incluye una o varias temáticas en una misma trama.

Es decir, en lugar de la típica muchacha pobre que se casa con el rico y es feliz para siempre, ahora abordan diversidades como las parejas del mismo sexo, uso de drogas, poligamia, suicidios y hasta palabras altisonantes… el sello característico de los milenial, una situación que es inclusive aclamada por la crítica y por quienes lo protagonizan.

“La Casa de Las Flores ha logrado desafiar a la telenovela tradicional y su moralidad anticuada”, externó el crítico Alfonso Díaz de La Vega a través de redes sociales.

En tanto para Verónica Castro representó un choque cultural debido a que “antes no estaba permitido todo, ahora sí”, en referencia a las temáticas actuales que se tocaban en la TV abierta.

INVERSIÓN

Las nuevas telenovelas de Netflix no son producciones cualquiera, pues hay que meterle mayor calidad y, por ende, también dinero.

Si cadenas como Televisa o TV Azteca gastan en promedio 50 mil dólares por producir un capítulo de 60 minutos, realizar uno de ‘Luis Miguel, La Serie’ para Netflix, costó 1 millón de dólares y 13 millones de dólares la producción completa.

En base a lo anterior, empresas como Televisa no pueden competir con los ‘monstruos’ cibernéticos debido al debilitamiento financiero originado por la crisis.

Tan sólo en 2016, sus utilidades netas se desplomaron un 65.9% al pasar de 10 mil 899 millones de pesos en 2015 a 3 mil 712 millones ese año, según cifras de Proceso.

Esto también representó una lágrima para sus telenovelas, pues de producir 13 en el año 2001, para el 2016 sólo habían producido un total de 3.

Mientras tanto, durante este primer semestre del 2018, Netflix reportó que sus ingresos crecieron un 40.4% hasta superar los $3,700 millones de dólares.

Tan sólo 290 millones de dólares fueron gracias al éxito de la producción española ‘La Casa de Papel’.

En ese lapso, a nivel mundial agregaron un total de 7.4 millones de suscriptores, hasta sumar 125.

Aún se desconocen las ganancias por las producciones mexicanas ‘Luis Miguel, la Serie’ y ‘La Casa de las Flores’.

EL RATING

Si bien es cierto que el rating no se mide igual para un producto de internet y otro para la televisión, Netflix ha sabido competirle a las tradicionales cadenas y doblegar a sus competencias directas.

En agosto del 2017, Forbes reportaba que Netflix comenzaba a perder terreno ante Blim, propiedad de Televisa y Claro Video, la marca de Carlos Slim.

En aquel entonces la compañía cayó 5.4 puntos respecto al número de suscriptores durante el segundo trimestre de ese año, aunque se mantenía como la preferida por los mexicanos con el 63.6% de quienes consumían servicios ‘on demand’, por encima de los 24.9% de Claro Video y 6.9% de Blim.

Cuando parecía que Televisa comenzaban a competirle de tú a tú, la salida de Pepe Bastón de la vicepresidencia de Televisa Internacional, confirmó la debacle de la empresa a fines de octubre de 2017.

El actual esposo de Eva Longoria y mano derecha de Emilio Azcárraga había sido el creador de Blim en 2016, sin embargo poco pudo hacer ante la vorágine llamada Netflix, pues las retransmisiones de telenovelas clásicas que ofrecía la plataforma de Televisa, nunca pudieron adaptarse a las nuevas tendencias.

Lo peor estaba por venir cuando Luis Miguel y Verónica Castro, dos insignias de la televisora en los 80 y 90, ahora formaban parte del éxito milenial de Netflix en pleno 2018.

Un auténtico ‘jaque mate’  a Televisa, quien nunca entendió supo adaptarse como lo dicta la teoría de la selección natural de Charles Darwin, o sea, la supervivencia del más apto.

Para muestra las interacciones logradas por producciones de Netflix como ‘La Casa de Las Flores’, quien un día después del fin de semana de su estreno logró posicionarse en Twitter con más de 200 tuits por hora, gracias al hashtag #PaulinaDeLaMoraChallenge

Mientras que en la Serie de Luis Miguel, tan sólo en una escena del primer capítulo donde graba un comercial de papas fritas, logró un total de 2 millones 185 mil 4 impresiones en Un millón 413 mil 191 cuentas de Twitter.

Y el día de su capítulo de final de temporada, arrasó en las tendencias por encima de las menciones de programas televisivos abiertos como ‘Reto 4 Elementos’ de Televisa o ‘La Academia’ de TV Azteca.

Por si fuera poco, Netflix sumó un millón de suscriptores gracias a la ‘Luismi’-novela y le vendió los derechos a Televisa para transmitirla en cadena abierta a partir del 2019.

Bienvenidos así a la era de los nuevos melodramas, sentimientos que están en la palma de tu mano.