6 de julio 2022
Política
Tamaulipas sigue en disputa
Ante la llegada del morenista Américo Villarreal a la gubernatura de Tamaulipas, el actual mandatario panista Francisco García Cabeza de Vaca busca hacer todo lo posible para blindar su futuro político… y su libertad
Por Redacción Magenta
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La Unidad de Inteligencia Financiera, el Grupo de Operaciones Especiales de la Policía Estatal, incluso los organismos públicos operadores del agua. Francisco García Cabeza de Vaca se rehúsa a perder el control.
Y es que, aunque Tamaulipas ya votó a un nuevo gobernador, la disputa por el poder en esta importantísima entidad fronteriza está lejos de acabar. De hecho, cada vez se pone más intensa.
El Congreso de Tamaulipas, de mayoría panista, ha venido impulsando una serie de reformas legales que buscan reducirle atribuciones al nuevo gobernador, entre ellas, el control de la seguridad, la procuración de justicia y el uso de la inteligencia financiera para combatir al crimen.
El primero de julio, durante la madrugada, el el Congreso local aprobó modificaciones a la Ley Orgánica de la Fiscalía General de Justicia del estado que permitirán a su actual titular, Irving Barrios Mojica absorber tareas en materia de inteligencia financiera, análisis estadístico e incluso de seguridad pública y prevención del delito Eso incluye el control sobre el órgano autónomo de la Unidad de Inteligencia Financiera y Económica de Tamaulipas y el Sistema Estatal Seguridad Pública.
Pero también incluye el control de los Centros de Coordinación, Comando, Control, Comunicaciones, Cómputo e Inteligencia, mejor conocidos como C4 y C5, así como el mando del Grupo de Operaciones Especiales (GOPES), una división policiaca de élite que ha sido señalada como un cuerpo armado al servicio directo de Cabeza de Vaca y que no se ha salvado de graves señalamientos.
Y sí, luego de una reforma en septiembre de 2021 -impulsada igualmente por los panistas- el fiscal Irving Barrios
podría desempeñar su cargo hasta 2027.
Antes de eso, el Congreso local ya había aprobado reformas para que el panismo mantuviera control de la Junta de Coordinación Política, órgano clave para definir la agenda legislativa.
La pugna político-legislativa en Tamaulipas amenaza con socavar la gobernabilidad de una entidad federativa que ya de por sí atraviesa una grave crisis de seguridad desde hace más de una década.
Algunas voces en los medios nacionales anticipan una ola de impugnaciones de Morena ante la Suprema Corte.
Solo que cualquier pretensión de imparcialidad en la impartición de justicia parece haber quedado atrás cuando se trata de Tamaulipas.
Porque Tamaulipas es, al día de hoy, el principal escenario, no de batalla, sino de guerra política, entre el lopezobradorismo y quizá su más grande adversario: el calderonismo.
Y mientras Palacio Nacional mantiene el control predominante de la narrativa, en Tamaulipas el poder vigente, se rehusa a entregarlo.
Los meses transcurren, el día D se acerca y pareciera que la gran trama de Cabeza de Vaca en Tamaulipas… apenas comienza.