9 de noviembre 2018
¡Que alguien me explique!
¡Serenos, Morenos!
Lo que el gobierno de la Cuarta Transformación debe entender es que si antes escandalizaban con una iniciativa, hoy basta un susurro para que pase un sismo en los mercados financieros
Por Ramón Alberto Garza
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La Bolsa Mexicana de Valores se desplomó ayer un 5.81 por ciento y las acciones de los bancos mexicanos se sacudieron.
Banorte cayó 11.9 por ciento, Inbursa 10.08 por ciento y Compartamos un 10.3 por ciento.
¿El motivo del tsumani bursátil? La filtración de un presunto proyecto de decreto para modificar el cobro de comisiones bancarias y la regulación de otros servicios financieros.
El ponente es Ricardo Monreal, el líder de Morena en el Senado, quien presentó la propuesta para regular lo que considera son indebidas prácticas en los cobros por servicios bancarios.
El decreto que intentaría desaparecer el cobro de mas de una docena de comisiones bancarias provocó de inmediato la alteración de los mercados, con la consecuente sacudida de la Bolsa y los desplomes de los títulos bancarios.
Sobra decir que los responsables de mantener desde el Gabinete la tranquilidad en la relación con los inversionistas nacionales y extranjeros, desconocían la existencia de la supuesta iniciativa de decreto.
Ni Alfonso Romo, el jefe de la oficina de la Presidencia, ni Carlos Urzúa, el secretario de Hacienda trabajando horas extras para cerrar el presupuesto 2019, tenían conocimiento de la propuesta de Monreal.
Pero más tardaron en estremecerse los mercados, a que saliera Monreal para dar una conferencia de prensa aclarando que la iniciativa de decreto fue presentada a título personal y no del grupo parlamentario.
Algo difícil de entender si se considera que el aclarante es el líder de Morena en la Cámara Alta. Y por lo tanto lo que dice o promueve se presume que ya fue consensuado, incluso con el todavía presidente electo.
Lo que se asoma en este costoso episodio es que Morena, sus líderes, sus legisladores y gobernadores, todavía no acaban de entender que ya no son oposición, sino gobierno.
Mas aún, que no solo tienen en su manos la presidencia con Andrés Manuel López Obrador, sino una aplastante mayoría en ambas cámaras, lo que significa que todo lo que presuman que quieren o intenten hacer, se hará.
Olvidan o los jefes de Morena que cuando se es Oposición, se pueden proponer todas las barbaridades legislativas posibles a sabiendas de que no pasarán en automático y que exigirán el consenso de otros para concretarse.
Pero ya instalados como gobierno, una propuesta de decreto como la que presentó Monreal se asume que será aprobada mas temprano que tarde. Y con ello se sacude el valor de los Bancos que operan en México. Es un acto irresponsable.
Es cierto que hay mucho que hacer para regular las actividades financieras. Y que no es un secreto que la mayoría de los bancos mexicanos que son filiales de extranjeros encuentran en nuestro país un paraíso para cobrar lo que no pueden en sus países de origen.
Pero si se busca abordar el tema, no es con un “inciativa personal” presentada por el líder de la mayoría en el Senado, sino con una iniciativa que siente en la mesa a los involucrados para evaluar lo que es aceptable y lo que no.
Lo que el gobierno de la Cuarta Transformación debe entender es que si antes como opositores escandalizaban con una iniciativa y nada pasaba, hoy que ya son gobierno basta un susurro, filtración o rumor para que se de un sismo como el que ayer sacudió a los mercados financieros.
Ojalá que el presidente electo Andrés Manuel López Obrador aprenda de los errores, al igual como sucedió con la suspensión del nuevo aeropuerto en Texcoco.
Pudiendo tener la razón en el fondo, las torpes formas están dando al traste con lo que se venía festejando como una transición de terciopelo.
Antes de hablar o proponer hay que reflexionar, consensar y saber cómo se va a comunicar, para que después no vengan los costosos “Usted disculpe”.
Por ahora el mejor consejo para el nuevo gobierno y su partido viene del refranero popular: ¡Serenos, Morenos!
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