¿Se están politizando las Fuerzas Armadas?

¿Qué pasó?

El hackeo masivo operado en contra de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) reveló que el Ejército aplicó inteligencia militar para investigar y dar seguimiento a secretarios de Estado, gobernadores y legisladores a través de fichas confidenciales.

¿Por qué importa?

Los miles de correos electrónicos obtenidos a partir de la vulneración de los servidores de la Sedena, por parte de un grupo internacional de hackers conocido como “Guacamaya”, también han exhibido la falta de controles civiles, la negligencia y los abusos de poder del Ejército.

El contexto:

• Las revelaciones se presentan en medio de la discusión en el Congreso de una iniciativa impulsada por el presidente López Obrador, que buscaba ampliar -sin controles específicos- la presencia de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad pública hasta 2028.

• Hace dos semanas, la oposición consiguió bloquear esta reforma, que requiere de mayoría calificada en ambas cámaras del Congreso. Lo hizo de manera marginal. Fuentes cercanas a la negociación legislativa aseguran que el oficialismo solo necesitaba conseguir un voto adicional para aprobar la iniciativa.

Los detalles:

• De acuerdo con el diario El País, entre los más de cuatro millones de correos filtrados a la opinión pública, se encontró que las Fuerzas Armadas realizaron un seguimiento detallado de múltiples políticos y candidatos a un cargo durante los últimos procesos electorales.

• Se trata de fichas confidenciales de senadores, diputados y gobernadores, entre las que resalta información personal, trayectoria política y en algunos casos, datos como su tipo de sangre o posibles vínculos con el crimen organizado.

• De entre todos los expedientes, que aglomeran además a alcaldes, fiscales generales de los estados y candidatos que participaron en los últimos procesos electorales, destacan dos prominentes personajes del oficialismo: Mario Delgado, líder nacional de Morena y Martí Batres, secretario de Gobierno de la CDMX.

• Bajo el nombre de “Campos de Poder”, el Ejército analizó los perfiles de los actores políticos de cada estado con el objetivo de saber cuánto peso social y cuánto poder de convocatoria tenían, un seguimiento minucioso que data desde por lo menos 2017. Los documentos filtrados no dan cuentas de para qué la Sedena quería dicha información o qué haría con ella.

• En el caso de Mario Delgado, su perfil data de 2020 cuando ocupaba un escaño en el Congreso; además de detallar su paso por el PRD se reportan sus datos personales, cargos políticos y una serie de premio recibidos. Bajo la etiqueta de “confidencial” se destaca su papel en la cámara baja de 2018 a 2020.

• Batres, catalogado como la mano derecha de la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, su seguimiento comenzó cuando todavía era senador. Además de información personal y el detalle de haber escrito cinco libros se incluye un apartado que dice: “Hasta la fecha no se tiene conocimiento”, sobre la posibilidad de tener vínculos con la delincuencia organizada.

• En mayo de 2019 fue fichada por la Sedena, Mónica Almeida López, diputada por Jalisco de la alianza del PAN, PRD y Movimiento Ciudadano (entre 2018 y 2021), en cuyo reporte se concluye que “Hasta el momento no se ha detectado notas periodísticas que difamen o desprestigien la reputación de dicha funcionaria”.

• No así en el caso del representante del PRI por San Luis Potosí, el ex diputado Cándido Ochoa, donde además de referir datos similares a los anteriores, su expediente hace mención a comentarios negativos que ha recibido.

• “Ha sido criticado por habitantes de la huasteca potosina, que su desempeño en los cargos públicos ha sido malo, ya que en muchas ocasiones no atendía las peticiones, por lo que cuenta con bajo número de simpatizantes”.

• Por el contrario, con 15 páginas, el gobernador de San Luis Potosí, Ricardo Gallardo Cardona, tiene uno de los perfiles más detallados, resaltando su tipo de sangre cero positiva, su ingreso a la cárcel en 2015, acusado de presuntos nexos con la delincuencia organizada o sus comentarios públicos, casi siempre relativos al accionar de las Fuerzas Armadas.

• Otro gobernador en la lista de la Sedena fue el ex futbolista Cuauhtémoc Blanco, actual mandatario de Morelos. Además de resaltar sus logros como deportista se destaca que no acabó la secundaria. También se detallaron las fichas de todos los políticos que contendieron por la gubernatura de Morelos en 2018.

• Según lo reportado por El País, para el Ejército eran de gran interés las declaraciones de los políticos a nivel general, pues en varios correos se registra el seguimiento realizado por las Fuerzas Armadas en ese sentido. Como ejemplo, en 2019 se solicitó un informe detallado sobre todos los pronunciamientos realizados por altos funcionarios en contra de la Sedena y en relación al caso Ayotzinapa.

• Entre los nombres que figuraron en la lista se encontraba el del canciller Marcelo Ebrard; el subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas; el entonces secretario de Hacienda, Carlos Urzúa y su segundo al mando Arturo Herrera, quien posteriormente ocuparía su cargo, por mencionar algunos.