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¡Que alguien me explique!

Samuel, la salida fácil

El candidato de Movimiento Ciudadano a la gubernatura de Nuevo León quiso pintar la raya con sus “familiares incómodos” -incluyendo a quien fuera el jefe del Cártel del Golfo- acusando que el PRI de Adrián de la Garza compró la voluntad de sus parientes para que hablaran mal de él y de su papá

Por Ramón Alberto Garza

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Samuel García tomó la salida fácil para descalificar las denuncias de sus tíos -el hermano y la cuñada de El June- acusándolo a él y a su familia de despojo de tierras y de buscar comprar su silencio para sofocar el escándalo.

El candidato de Movimiento Ciudadano a la gubernatura de Nuevo León quiso pintar la raya con sus “familiares incómodos” -incluyendo a quien fuera el jefe del Cártel del Golfo- acusando que el PRI de Adrián de la Garza compró la voluntad de sus parientes para que hablaran mal de él y de su papá.

Es lugar común el que frente a una situación comprometedora, los políticos jamás acepten su responsabilidad y lancen la piedra para culpar a otros.

Y el debate acaba, no discutiendo lo de fondo, lo que de verdad importa, para salir con el “¿Quién filtró el video de Clara Luz?”, “¿Quién entregó el expediente de Adrián y los Medina?” o “¿Quién está manipulando a El June y a su familia para perjudicar al candidato de Movimiento Ciudadano?”.

Lo de quién filtre o quién patrocine no es lo esencial. Lo de fondo es si lo que se dice es cierto o no. Si el candidato o la candidata mintieron, distorsionaron la realidad o quisieron tomarle el pelo al electorado.

Samuel García desde siempre mintió sobre su parentesco con la familia García Mena, primos hermanos de su papá y por ende tíos del candidato emecista. No solo los desconoció calificándolos como parientes muy lejanos, sino que dijo que no los veía desde que tenía tres años.

Por supuesto que debe ser incómodo para cualquier candidato que se le relacione familiarmente con el jefe de un poderoso cártel, como lo fue el del Golfo. Y que se exhiban videos de quien solicita la confianza del pueblo bailando en una fiesta de la familia que niega, que le es incómoda.

Pero más allá de los lazos consanguíneos, se probó que era cierta la entrega de 100 mil pesos mensuales desde el despacho de los García a la cuñada de El June. Es un presunto pago por un terreno del que los familiares se dicen despojados.

La mujer exhibe a Samuel, el padre, como el que se apropia ilegalmente de un terreno que les pertenece, escriturándolo a nombre de la mamá del candidato de Movimiento Ciudadano.

Y también exhibe a Samuel, el hijo, quien es acusado de ofrecer entre 400 mil y 500 mil pesos para darle carpetazo al presunto despojo y comprar el silencio de los despojados.

Los tíos de Samuel son muy claros al decir que convivían con ellos cada semana, se califican de cercanos, pero que desde que se vio el conflicto del terreno, poco o nada lo ven.

“Nos frecuentábamos mucho antes, cada fin de semana nos frecuentábamos mucho, convivíamos bastante con toda la familia de ellos, con todos los primos… y las primas, la comadre Martha, que es la hermana de él (Samuel García Mascorro)”.

Pero tras la revelación de la entrevista en Código Magenta, el candidato de Movimiento Ciudadano dice que “ya salió el peine”, que el video donde sale bailando fue comprado por su rival priista, Adrián de la Garza, quien también les habría pagado para que dieran la entrevista, abusando de su necesidad.

Perdón, pero quienes abusaron de la necesidad de sus tíos fueron el padre y su hijo, el ahora candidato.

Su padre, por apropiarse de un terreno que no le correspondía y escriturarlo a nombre de su mamá, y el hijo candidato, por intentar comprar el silencio por 500 mil pesos, en una deuda que supera el millón y medio de pesos.

Pero el candidato “fosfo fosfo” no escucha o no comprende, porque dice que en la entrevista se deja clarísimo que no conoce a esas personas. Que su papá nunca ha querido hablar con ellos. Falso.

Los tíos García Mena reconocen que se veían todos los fines de semana, hasta que a los “Samueles” les vino la incomodidad de estar relacionados con la familia del ex jefe del Cártel del Golfo, y que por el despojo del terreno, les cerraron las puertas de la casa y del despacho.

El candidato de Movimiento Ciudadano acusa al candidato del PRI de meterse con lo más sagrado, que es la familia, como si Adrián de la Garza hubiera puesto el terreno despojado a los García Mena a nombre de la mamá de Samuel, o si el priista se hubiera quedado con las propiedades de los parientes de su tío, El June, quien purga una sentencia en una cárcel de Chiapas.

Sea como fuere, la autoridad competente está obligada a investigar las relaciones y los negocios cuestionables del candidato de Movimiento Ciudadano.

Y el partido que lo postula, Movimiento Ciudadano, a evaluar la conveniencia o no de sostenerle la candidatura a quien ya antes de la campaña vivió sus deslices, se recuperó con nuevos bríos por los errores de terceros y hoy amenaza con dilapidar su capital político imaginando complots.

El culpar a otros, de los errores propios, siempre será la salida fácil.

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