Reforma Electoral: El próximo objetivo de poder de la 4T

El gobierno de Claudia Sheinbaum ha comenzado a perfilar una nueva Reforma Electoral que retoma gran parte del proyecto impulsado por Andrés Manuel López Obrador en 2022. Entones, la iniciativa no logró los votos necesarios en la Cámara de Diputados.

En líneas generales, la iniciativa plantea tres ejes centrales: recortar el presupuesto del Instituto Nacional Electoral (INE); disminuir el financiamiento público de los partidos; y reformar el sistema de representación proporcional, eliminando o redefiniendo la figura de los legisladores plurinominales.

Se trata de un cambio radical, que modificaría la estructura de la autoridad electoral. Aunque el gobierno había deslizado la posibilidad de implementar una Reforma Electoral anteriormente, la confirmación de la iniciativa ocurre apenas días después de que cinco consejeros del INE votaron por declarar la invalidez de la Elección Judicial.

A diferencia de hace tres años, Morena ya cuenta con mayoría calificada en ambas Cámaras, lo que le permitiría aprobar sin contratiempos estos cambios. Sin embargo, fuentes de Palacio Nacional y de la cúpula morenista citadas por el periódico El País admiten que, hasta el momento, no existe un documento formal ni consenso interno sobre el contenido definitivo de la reforma.

Ricardo Monreal, coordinador de Morena en San Lázaro, señaló que el debate podría postergarse hasta el inicio del próximo periodo ordinario, en septiembre.

En la conferencia mañanera del 24 de junio, la presidenta Claudia Sheinbaum se apresuró a deslindar cualquier intención de “autoritarismo” y a subrayar que la autonomía del INE no está en juego. “El INE sigue como organismo autónomo… pero es mucho recurso el que gasta el pueblo de México para elecciones”, afirmó, al tiempo que defendió la necesidad de repensar el gasto electoral y suponer un nuevo esquema territorial para la asignación de plurinominales.

Desde el propio órgano electoral, consejeros han alertado sobre los riesgos de recortar recursos. Arturo Castillo advirtió que “sin recursos, no hay manera de organizar elecciones confiables” y que cualquier modificación debe proteger el padrón electoral y evaluar con rigor la viabilidad de suprimir los organismos públicos locales, cuya existencia -dijo- garantiza procesos exitosos.

A su vez, la consejera presidenta Guadalupe Taddei pidió no “perder lo que ya ganamos”: un padrón consistente, institutos locales sólidos y la participación ciudadana en la vigilancia de las casillas. Taddei urgió al Congreso a contemplar en la reforma ajustes específicos para la elección judicial de 2027, como separar los calendarios de votación y permitir al INE participar en la definición de candidaturas, para no comprometer la claridad del proceso.

En suma, las señales públicas apuntan a un diseño de reforma centrado en achicar el tamaño y el presupuesto del INE, sin destrabar aún el contenido ni precisar sus alcances. Con Morena al mando del Legislativo, el debate transitará de lo discursivo a lo legislativo en los próximos meses, y quedará por ver si los argumentos de los árbitros electorales y los contrapesos institucionales frenarían eventuales desbalances en las reglas del juego democrático.