2 de octubre 2023
¡Que alguien me explique!
Rebelión en Naranja
Esta nueva contrapunteada entre Dante Delgado y los gobernadores naranjas pone sobre la mesa la vieja pregunta de quién de verdad manda hoy dentro de Movimiento Ciudadano
Por Ramón Alberto Garza
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Dante Delgado abrió las puertas de par en par. Y en una convocatoria de Movimiento Ciudadano para los cargos de elección popular del 2024, cualquier ciudadano con méritos podrá aspirar desde una curul local hasta la Presidencia de la República.
No hará falta que el candidato o candidata sean militantes naranjas. Bastará que cumplan un levantamiento de firmas, proporcionales al cargo que buscan, para que sean admitidos en la contienda. Es decir, el movimiento naranja hace honor a su carácter de “ciudadano”.
Pero esa apertura no cayó nada bien, sobre todo en quienes ya se sentían los dueños de la candidatura presidencial, como es el caso de Samuel García.
El gobernador de Nuevo León interpretó la apertura de Dante Delgado como un “pase usted” a las aspiraciones del todavía morenista Marcelo Ebrard, quien bajo estas nuevas reglas calificaría sin problemas para abanderar a Movimiento Ciudadano en la boleta, contra la morenista Claudia Sheinbaum y contra la opositora Xóchitl Gálvez.
Y por supuesto que al Fosfo Fosfo precandidato no le cayó nada en gracia la noticia y lanzó una amenaza de división dentro de las filas de Movimiento Ciudadano, si el candidato presidencial no es militante naranja.
Argumentando que tiene sobrados apoyos para la candidatura por Movimiento Ciudadano, el mandatario neoleonés dijo: “No quiero quemar a la raza, pero sí podría darse una unidad en torno a un perfil naranja, como el mío, y podría haber división y peleas si se nombra a alguien que no es de nuestras filas”.
La advertencia de que habría división y peleas si el candidato no es un naranja lanzaría también al golpeteo al otro estado emecista, Jalisco, en donde el gobernador Enrique Alfaro ya se habría pronunciado por el apoyo a su colega Samuel García, en un sorpresivo revire cuando apenas dos semanas antes el tapatío ya se había pronunciado por apoyar a la candidata del Frente Amplio, Xóchitl Gálvez.
Para el gobernador de Nuevo León -y favorito del presidente Andrés Manuel López Obrador para ser el candidato de Movimiento Ciudadano- su pronunciamiento es una clara pintada de raya para rechazar cualquier posibilidad de que Marcelo Ebrard sea el abanderado presidencial naranja. Y si no hay cambio o puntualización en su pronunciamiento de los próximos días, para Enrique Alfaro también.
Movimiento Ciudadano entrará entonces en una crucial dinámica en la que se verá, por un lado, la apertura de Dante Delgado para aceptar auténticos candidatos ciudadanos, no partidistas y, por la otra, la de los dos gobernadores emecistas que exigirán que el elegido tenga bien puesta la camiseta del partido o si no, pues no habrá apoyos.
Esta nueva contrapunteada entre Dante Delgado y los gobernadores naranjas pone sobre la mesa la vieja pregunta de quién de verdad manda hoy dentro de Movimiento Ciudadano.
Sostener dos encontronazos en un mes con dos gobernadores, los únicos que tiene el partido naranja, no es poca cosa. Ya Enrique Alfaro dijo que las decisiones de Jalisco para 2024 se tomarán en Jalisco, sobre todo a la hora de elegir el candidato a la gubernatura. Y ahora con Samuel García vaticinando peleas y disputas, si el candidato presidencial no es emecista, se podría cerrar el círculo de una rebelión.
Pero algo debe intuir Dante Delgado cuando ve que quien era su precandidato favorito, Samuel García, enfrenta múltiples crisis en la entidad que gobierna desde hace dos años.
Ahí están la severa crisis de gobernabilidad en una abierta confrontación con el PRI y el PAN, dueños de la mayoría del Congreso local que debe autorizarle al gobernador el permiso para buscar la Presidencia. Eso no está nada seguro.
Ni qué decir de la crisis de seguridad que reinstala a Nuevo León en la punta de las estadísticas de homicidios nacionales. Dieciocho cuerpos mutilados en un solo día.
Y también, por supuesto, el drama de la falta de agua que se maneja con engaños de mercadotecnia, asegurando que el segundo ducto de “El Cuchillo” está listo cuando esa mentira, no es verdad.
Y para poner el piso más resbaloso, ahí está también el Amparo que el gobernador promovió para protegerse -él y 10 miembros de su familia, incluyendo esposa, padres y hermanos- de cualquier amenaza judicial sea federal o estatal. Y eso que todavía no es candidato.
Con tantos fuegos en la lumbre, Samuel García se vuelve un candidato vulnerable. Y quizás por ello Dante Delgado está tomando sus precauciones y abriendo el juego a quien cumpla con la única regla que es levantar 500 mil firmas de apoyo para la candidatura presidencial.
Samuel García tendrá que acabar por recapacitar en su amenaza porque al final del día, al que a dos amos sirve, con alguno queda mal.
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