Realiza UANL investigaciones en nutrigenética, la interacción entre los genes y la nutrición

Siendo el país con mayor ingesta de alimentos ‘ultraprocesados’ en Latino América, en México se registra un hecho alarmante: se consumen 214 kilos de este tipo de alimentos per cápita cada año.

Esto desemboca, por supuesto, en la urgencia y el proactivismo de universidades y asociaciones que buscan generar un cambio significativo en la carrera por mantenernos sanos, enfocándose en el estudio de ciencias como la nutrigenética, rama que estudia la relación entre los genes y la respuesta individual que poseen los organismos a una dieta en específico.

Por ello, durante el Congreso Internacional de la Sociedad de Nutrigenómica y Nutrigenética, “From Nutriomics to Translational Nutrition”, organizado por la Facultad de Salud Pública y Nutrición (FASPyN) de la UANL, la doctora Elizabeth Solís Pérez, investigadora y especialista en Nutrición por la máxima casa de estudios, resaltó los esfuerzos de la Autónoma de Nuevo León por encontrar vías de trabajo para aportar un apoyo significativo a la sociedad en materia de alimentación y salud por medio de diversos estudios e investigaciones aplicables a campo.

“Estamos avanzando en esta especialización, viendo cómo, a través de la alimentación y nutrición, se modulan los genes y viceversa”, expresó.

De igual forma, trabajar en conjunto es sinónimo de éxito, por ello también reconoció la sinergia de la FASPyN con otras instituciones a nivel educativo y estatal para lograr un cambio positivo en el estilo de vida de la población de México y Latinoamérica.

“La facultad está realizando un trabajo interdisciplinario con otras facultades, como con Medicina, con la intención de interactuar y conocer más a los investigadores, además los networkings ayudan a mejorar esa relación y trabajar más y mejor en equipo”, agregó.

Este tipo de esfuerzos son especialmente imperiosos en estos tiempos, pues detonado por la pandemia de Covid-19 se encontró que la obesidad y sus consecuencias, como la hipertensión y la diabetes tipo 2, comprometen la recuperación de siete de cada 10 pacientes afectados por el virus, lo cual demanda de forma urgente un modelo de alimentación sana y sustentable.