31 de octubre 2018
Política
Razones por las que el NAIM puede sobrevivir
Legalmente, la cancelación del NAIM no es definitiva: la consulta fue un ejercicio político sin efectos jurídicos y AMLO sigue siendo un Presidente electo cuyas palabras seguirán siendo promesas, no decisiones de Estado de jure
Por Rodrigo Carbajal
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En el tema de la cancelación del NAIM como en el beisbol, “esto no se acaba hasta que se acaba”.
Razones por las que el NAIM puede sobrevivir:
1. Porque no se ha tomado una decisión de Estado
Mientras Andrés Manuel López Obrador sea Presidente electo, sus palabras seguirán siendo promesas, no decisiones concretas de política pública.
La cancelación del NAIM no tiene ningún amarre legal. Al momento, no hay nada en papel.
La consulta fue un ejercicio político sin efectos jurídicos.
Y como lo ha demostrado el periodo de transición, muchas cosas pueden cambiar en treinta días.
2. Porque la cancelación del NAIM va a ser muy costosa
El nuevo gobierno recibirá finanzas públicas con muy poco espacio para los proyectos de infraestructura, recorte de impuestos y gasto social que propone el Presidente electo.
Por eso resulta muy relevante la estimación que ha hecho BBVA Bancomer de que la cancelación del NAIM, incluidas las indemnizaciones, costará más de 10 mil millones de dólares. Y eso es el costo directo, que no incluye afectaciones al encarecimiento de la prima de riesgo de los activos mexicanos y su efecto en una mayor carga fiscal para pagar el servicio de la deuda.
Además se espera un largo litigio en tribunales para determinar cuánto y cómo se le pagará a los contratistas y acreedores del proyecto de Texcoco.
El debate legal se va a centrar en el argumento de que este pago puede variar si el gobierno prueba que esta decisión se realizó en función del “interés general” de la nación o que hubo daños y perjuicios al Estado por sobrecostos o corrupción.
3. Porque se sabe muy poco de Santa Lucía
Hasta el momento, el próximo titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes no ha podido presentar un solo estudio con la suficiente credibilidad para validar la viabilidad técnica de construir dos pistas en el aeropuerto militar de Santa Lucía
Dado que no existe proyecto ejecutivo, se desconocen los costos y el impacto ambiental de esta alternativa al NAIM.
Esta incertidumbre abre la puerta a la especulación de que las pistas de Santa Lucía nunca se construirán y que la saturación del actual aeropuerto será resuelta con otro proyecto.
4. Porque todavía no hay ruptura entre AMLO y los empresarios
El Presidente electo y la iniciativa privada han sido muy cautos en dejar espacio para la negociación. Ambos niegan categóricamente que exista una ruptura.
López Obrador designó una comisión integrada por Jiménez Espriú, Carlos Urzúa y Alfonso Romo para tranquilizar a los mercados y a los empresarios.
Asimismo, AMLO ya tuvo reuniones con los directores de ICA, de Bernardo Quintanilla, y Grupo Hermes, de Carlos Hank, dos de los grandes contratistas del NAIM
El Consejo Coordinador Empresarial nunca había sido tan enfático en decir que el proyecto puede terminarse sin un solo peso adicional de dinero público.
El Presidente Electo le puso sus condiciones a algunos de los apellidos empresariales más importantes del país. No se cierra al diálogo, pero ya le puso número a su propuesta: asegura que la cancelación le va ahorrar al gobierno 100 mil millones de pesos. Para muchos, ésta es la oferta inicial de un proceso de negociación en el que se juega el futuro de México frente a los mercados y el futuro de la relación entre el poder político y el poder económico.