19 de septiembre 2025
¡Que alguien me explique!
¿Qué se negoció en Colombia?
Sospechoso -por decir lo menos- resultó el traslado de Hernán Bermúdez Requena, alias “El Comandante H”, desde Paraguay hasta México
Por Ramón Alberto Garza
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Sospechoso -por decir lo menos- resultó el traslado de Hernán Bermúdez Requena, alias “El Comandante H”, desde Paraguay hasta México.
El secretario de Seguridad Pública de Tabasco en los días en que era gobernador Adán Augusto López, acabó con un traslado de múltiples escalas y modificaciones en el plan de vuelo. El retraso del vuelo acumuló 19 horas. Y la pregunta obligada es ¿qué se hizo con Hernán Bermúdez Requena en esas 13 horas en Colombia y otras 6 horas más en Tapachula?
¿Quién o quiénes tuvieron acceso al hombre acusado de operar al cártel de “La Barredora” con el presunto beneplácito del entonces gobernador Adán Augusto López? ¿De qué hablaron? Podría la Fiscalía General de la República dar una explicación que justifique los cambios de ruta y las prolongadas estadías en los aeropuertos?
El trayecto en el traslado de Hernán Bermúdez Requena deja mucho a la imaginación, considerando no sólo los cambios de itinerario -que podrían justificarse “por motivos de seguridad”- sino por las 19 horas que el avión en el que viajaba “El Comandante H” se mantuvo en tierra, tanto en Bogotá, Colombia, como en Tapachula, Chiapas, dos ciudades que no estaban en el plan de vuelo originalmente anunciado.
El operativo de la expulsión de “El Abuelo” de Paraguay se operó en un jet Bombardier Challenger 605, matrícula XB-NWD, custodiado por la Fiscalía General de la República. Sí, el mismo en el que fue trasladado a Estado Unidos en su extradición Joaquín “El Chapo” Guzmán. Ese avión despegó de Asunción el miércoles a las 5 de la tarde con tres minutos y aterrizó en Bogotá, el mismo miércoles, a las 8 de la noche con 33 minutos.
El vuelo que despegó del aeropuerto Silvio Pettirossi, en Asunción, se esperaba que se dirigiera originalmente a Cozumel, en Quintana Roo. De acuerdo al plan, de ahí se dirigiría a Toluca, el más cercano al Penal del Altiplano, donde sería recluido el acusado. Sin embargo, el Challenger 605 de la Fiscalía General de la República terminó haciendo una escala no anunciada en Colombia.
En el plan trazado desde Paraguay, su destino anunciado era un vuelo directo a Cozumel, en Quintana Roo. Pero, al final, acabó aterrizando en el aeropuerto de “El Dorado”, en Bogotá. La aeronave pernoctó en Colombia, la nación gobernada por Gustavo Petro, un viejo amigo de luchas desde la izquierda latinoamericana tanto de Andrés Manuel López Obrador, como de la presidenta Claudia Sheinbaum.
La estadía en suelo colombiano se prolongó por más de 12 horas para despegar a las 9:20 de la mañana, no con destino no a Toluca, sino a Tapachula, donde hizo una escala de 6 horas.
Un cuestionamiento obligado para cualquier conocedor de aeronáutica es: ¿por qué si el Challenger 605 tenía la autonomía para volar directo de Bogotá a Toluca, alguien decidió que hiciera una escala de 6 horas en el aeropuerto de Tapachula?
De acuerdo a los reportes de rastreo, el jet que trasladaba a quien fuera subordinado de Adán Augusto López aterrizó en Tapachula a las 11 con 13 minutos del jueves y despegó a las 5 con 30 minutos de la tarde. Seis horas en tierra.
Hasta el momento, la Fiscalía General de la República no da una explicación a tantas interrogantes en la repatriación de un personaje como Hernán Bermúdez Requena, cuyo testimonio podría ser crucial no sólo para inculpar al ex secretario de Gobernación y actual líder de Morena en el Senado, sino para abrir toda una carpeta criminal sobre los alcances del cártel de “La Barredora” en Tabasco.
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