17 de diciembre 2018
¡Que alguien me explique!
Presupuesto cauto y energético
El Presupuesto 2019 presentado por Andrés Manuel López Obrador puede describirse como "cauto" y austero, contrario a lo que se esperaba del nuevo presidente
Por Ramón Alberto Garza
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El presidente Andrés Manuel López Obrador cumplió su promesa de un presupuesto federal 2019 austero, con disciplina fiscal y financiera, con un superávit fiscal del uno por ciento y reorientado hacia el bienestar social y la infraestructura.
Nada de populismos, aplicación de la ortodoxia económica, recortes en donde se veían excesos y asignaciones donde se sentían las carencias.
Si el Presupuesto 2019 puede calificarse con una sola palabra, sería “cauto”, lo que ya de sí es muy bueno.
Fallaron aquellos que pronosticaban que este primer ensayo presupuestal de la Cuarta Transformación no reflejaría prudencia en el gasto y que se iría solo a regalar dinero a los que menos tienen.
Se equivocaron. Y al que lo dude, que se asome a las primeras opiniones de medios internacionales como el Financial Times, el Wall Street Journal o El País. Todas con reseñas elogiosas y positivas.
Se confía en que la economía crecerá un dos por ciento y buscarán que la inflación se mantenga en 3.4 por ciento.
Se aplaude que fueran cautos en el gasto social que se esperaba desorbitado frente a tanta promesa de campaña…
También que se haya elevado el gasto de infraestructura, considerando que la obra pública genera empleo y derrama económica productiva….
Y que se eleve el porcentaje de participaciones a los Estados, un reclamo que aunque incompleto, comienza por mejorar en algo el pacto federal.
Sin duda el rubro mas beneficiado es el de la Secretaría de Energía, en donde el incremento del 960 por ciento en su presupuesto da claros indicios de que viene la construcción de la prometida refinería, la mejora de las refinerías existentes que están pobremente en operación y una reingeniería de Pemex y CFE.
Y aquellos que se escandalizan por el aumento de 12 mil millones de pesos a la Secretaría de la Defensa, que recuerden que esos serán los costos que van a la nueva Guardia Civil, algunos de los cuales vienen incluso de ahorros en la Secretaría de Gobernación y otras.
Lo que se es lamentable, es el distorsionado manejo informativo que algunos medios de comunicación hicieron del Presupuesto 2019, buscando desacreditar el despertar del gobierno lopezobradorista.
De arranque exhiben cinco rubros, tres en rojo, uno estable y solo uno en verde.
En rojo de retroceso, vienen el crecimiento de dos por ciento, el precio del crudo por barril de 55 dólares y la caída en las exportaciones de crudo a un millón 16 mil barriles diarios.
Al menos la sensación óptica que se da es que el gobierno arranca con números rojos, cuando esos tres factores no dependen del nuevo gobierno. Son herencia.
El crecimiento prometido del 4 por ciento que anunció el candidato López Obrador está por construirse, pero no puede esperarse que lo decrete en el primer año como por arte de magia. Lo que vemos hoy está anclado en lo que se heredó.
El precio del petróleo, que ponen también en rojo, está sujeto a los vaivenes internacionales. Nada que ver con lo que el gobierno haga o deje de hacer.
Y la magra plataforma de un millón 16 mil barriles diarios es lo que heredaron de la administración Peña Nieto por el pobre desempeño de Mr. Odebrecht, mejor conocido como Emilio Lozoya, ex director de Pemex.
El único dato en verde, y ese sí tiene que ver con lo que haga o deje de hacer el nuevo gobierno, es el de la inflación. Y la promesa de mantenerla en 3.4 por ciento tiene que ver con la responsabilidad en el gasto y en el manejo prudente de la deuda.
Las dudas se instalan hasta ahora en tres ventanilas.
Una, si el estimado de tipo de cambio al 20 no es demasiado optimista para un año que anticipa convulsiones políticas y económicas, internas y externas.
Dos, si el precio estimado de la mezcla del crudo de 55 dólares por barril será sostenible, para cuyo caso están las coberturas que ya dijeron que las sostendrán.
Tres, no se ve claro de dónde saldrán los recursos para liquidar los bonos del suspendio aeropuerto de la Ciudad de México.
Pero esperemos, que todavía esta semana veremos debates, nuevos datos y arrebastos para cumplir con el requisito de que el presupuesto sea aprobado en el Congreso de la Unión.
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