Ponen lupa en la UANL al problema del aire en Monterrey

Especialistas y académicos urgieron a fortalecer una colaboración y coordinación interdisciplinaria en Nuevo León, con el fin de diseñar estrategias más efectivas para mejorar la calidad del aire en Monterrey y su área metropolitana, una región que enfrenta niveles críticos de contaminación atmosférica.

De acuerdo con mediciones recientes, las partículas PM2.5 y PM10 superan con frecuencia los límites establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo que ha generado efectos graves en la salud pública.

Entre estos impactos se estiman, al menos, 2,500 muertes prematuras al año en el estado vinculadas a la mala calidad del aire.

Encuestas realizadas por organizaciones civiles revelan que más del 30 por ciento de la población considera la contaminación del aire como el principal problema ambiental de Nuevo León, lo que refleja la creciente preocupación social ante la emergencia atmosférica.

Durante un ciclo de conferencias y mesas de diálogo con especialistas ambientales, estudiantes y académicos de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) coincidieron en que el estado se encuentra en una fase crucial para definir nuevas estrategias que permitan atender el deterioro atmosférico de manera sostenible y con soporte científico.

El secretario de Sustentabilidad de la UANL, Sergio Salvador Fernández Delgadillo, destacó que comprender los efectos de la contaminación, desde el ámbito académico, es indispensable para establecer metas claras y desarrollar políticas públicas que mejoren la calidad del aire en el mediano y largo plazo.

La conferencia inaugural estuvo a cargo de Álvaro Osornio Vargas, profesor investigador de la Universidad de Alberta en Canadá, quien subrayó la importancia de adoptar un enfoque interdisciplinario para enfrentar la crisis ambiental en la región.

Además, explicó que la contaminación puede provocar desde molestias menores, como irritación ocular o malos olores, hasta afectaciones severas que alteran el desarrollo y pueden derivar en riesgos mortales.

Los especialistas coincidieron en que resolver la problemática atmosférica requiere la articulación de expertos en salud, ingeniería, química ambiental, urbanismo y políticas públicas, además de una participación activa de la ciudadanía y del sector productivo.