10 de diciembre 2018
Política
Oligarcas, welcome to Mexico
¿Qué hace un oligarca ruso después de que el fiscal especial Robert Mueller lo vuelve un sujeto de interés en la investigación del Russiagate?
Por Rodrigo Carbajal
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Los oligarcas rusos llegaron a México. La puerta de entrada fue Sierra Oil and Gas, la petrolera en la que se intersectan los intereses de Jerónimo Gerard; de la compañía más importante de Wall Street, Blackrock; y de LetterOne, el vehículo de inversión del empresario ruso Mikhail Fridman.
A partir de ahora, el socio mayoritario del campo petrolero privado más importante de la reforma energética mexicana es uno de los oligarcas del régimen de Vladimir Putin.
Deutsche Erdoel AG, una compañía de LetterOne, de Mikhail Fridman, anunció la adquisición de Sierra Oil and Gas en una operación de 500 millones de dólares.
El timing es importante por dos razones.
La primera, porque se está haciendo una inversión significativa en un momento en el que la administración de Andrés Manuel López Obrador ha puesto en tela de duda la continuidad de la reforma energética.
La segunda, porque Mikhail Fridman está buscando diversificar sus intereses empresariales en un momento en el que este personaje se vuelve cada vez más relevante en la investigación del Russiagate del fiscal especial Robert Mueller. Esta semana, la revista The Economist publicó que Fridman podría ser sujeto de sanciones financieras del gobierno de Estados Unidos.
Para entender la trama hay que entender a Sierra Oil and Gas. Ésta es una compañía que, de acuerdo a su propia información corporativa, tiene una identidad que “se encuentra estrechamente ligada a la reforma energética de México”.
Y eso es porque se creó específicamente para capitalizar las oportunidades de negocios que surgirían a partir de la apertura petrolera diseñada por el gobierno de Enrique Peña Nieto.
El artífice de esta compañía es Jerónimo Gerard, el dueño de Infraestructura Institucional. Sierra Oil and Gas surge a partir de la integración del vehículo financiero de Gerard con los dos fondos energéticos más importantes de Estados Unidos, EnCap Investments y Riverstone.
Sierra Oil es considerada como una compañía con fuertes conexiones políticas, y esa percepción se ha reforzado con el tiempo porque el timing de las decisiones fundamentales de negocio es impecable:
Septiembre de 2014: Sierra Oil and Gas anuncia su creación. La fundación coincide con la promulgación de la reforma energética
Junio de 2015: Infraestructura Institucional de Jerónimo Gerard es adquirida por Blackrock, la firma de administración de activos más importante del mundo.
Julio de 2015: Se realiza la primera licitación privada de la reforma energética. Sierra Oil and Gas gana dos contratos, uno de ellos en el campo Zama, uno de los mayores descubrimientos de aguas someras en el mundo de los últimos veinte años. Curiosamente, este campo fue rechazado por Pemex en la licitación preferencial de la Ronda Cero.
Septiembre de 2018: El Presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, declara que se van a revisar las licitaciones petroleras, en particular la del campo Zama de Sierra Oil and Gas.
Diciembre 2018: Deutsche Erdoel AG llega a un acuerdo para adquirir a Sierra Oil anda Gas por 500 millones de dólares.
La dimensión política de la venta de Sierra Oil and Gas es innegable porque sus socios estaban en la mira del Presidente electo. Blackrock es uno de los mayores tenedores de bonos del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y es socio de la segunda fase del gasoducto de 900 millones de dólares, Los Ramones.
Jerónimo Gerard es hermano de Hipólito Gerard, dueño de GIA+A, uno de los principales contratistas del NAIM.
Cuando se anunció la venta de Sierra Oil and Gas, Bloomberg publicó la noticia con el siguiente título: “Acuerdo de Oligarca le da luz verde a la explotación petrolera en México”.
Deutsche Erdoel AG tendrá que invertir mil millones de dólares para desarrollar el campo Zama, el activo más importante de Sierra Oil and Gas. La compañía de Mikhail Fridman le dio un voto de confianza a la reforma energética, aún y cuando el Presidente López Obrador la ha criticado hasta el cansancio.
¿Por qué arriesgarse, entonces? Porque podría ser el negocio del siglo. Zama podría contener hasta 800 millones de barriles de petróleo crudo equivalente. Según Iván Sandrea, el CEO de Sierra Oil and Gas, este campo producirá 150 mil barriles diarios para el 2022. Esto representa casi el 10 por ciento de la producción total de México.
Lord Browne, el ex CEO de British Petroleum que ahora maneja los negocios de Mikhail Fridman, lo dijo claro: “Nos gusta México y estamos haciendo un gran compromiso con el país”.
La pregunta es si México está haciendo un compromiso con un personaje como Mikhail Fridman.
En Estados Unidos, el Comité de Inversión Extranjera vetó a este empresario ruso de entrar al negocio del gas y petróleo shale.
En Reino Unido, el secretario de Energía, Ed Davey, intentó bloquear la adquisición de Fridman de algunos campos petroleros en el Mar del Norte porque existían indicios de que podría ser sujeto de sanciones financieras relacionadas con el conflicto de Ucrania.
Fridman es un oligarca en toda la extensión de la palabra. De acuerdo a Bloomberg, el valor neto de sus activos netos es de 14 mil millones de dólares. Pero podría ser más: sus intereses empresariales en Rusia van desde los bancos y las telecomunicaciones hasta los supermercados y el acero.
Diseñó la fusión de BP con TNK, la tercera petrolera más importante de Rusia y es uno de los contratistas militares más importantes del Kremlin. Su ascenso empresarial empezó con Boris Yeltsin y se consolidó con Vladimir Putin.
Mikhail Fridman mantuvo su fortuna en la crisis rusa de 1998 porque vendió todos sus activos en rublos pocos días antes de la devaluación masiva de la divisa rusa.
Sin embargo, su suerte podría acabarse pronto. Fridman podría ser el siguiente objetivo del Russiagate de Robert Mueller. Hay razones de sobra para creer que será así:
El ex agente británico del MI6, Christopher Steele, menciona a Fridman como uno de los vínculos entre Donald Trump y el Kremlin. De hecho, los servidores de Alfa Bank, controlado por Fridman, se encuentran en la Torre Trump en Manhattan. Esta semana, la prensa rusa publicó que Vladimir Putin estaba listo para nacionalizar el banco de Fridman, una de las pocas instituciones financieras privadas que quedan en Rusia.
Y la lista de indicios sigue: Un reporte de Stratfor que fue filtrado por Wikileaks vincula a Fridman con la mafia rusa y con Igor Sechin, el CEO de Rosneft, la petrolera estatal más importante de Rusia.
Por si fuera poco, el socio de Fridman en Alfa Bank es Viktor Velksberg, el empresario ruso que ha hecho pagos a favor de Michael Cohen, el abogado personal del Presidente Donald Trump.
El caso de Mikhail Fridman plantea más preguntas que respuestas, pero hay una cuestión que sobresale sobre la adquisición de Sierra Oil and Gas: ¿A qué viene un oligarca ruso a México?