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3 de julio 2025

14 de mayo 2021

¡Que alguien me explique!

Nuevo León, la anulación

De los 15 comicios para renovar gobernadores, el de la entidad norteña gobernada hoy por Jaime “El Bronco” Rodríguez está acaparando los reflectores nacionales

Por Ramón Alberto Garza

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La disputada, controvertida y muy manoseada elección para Nuevo León parece estar pavimentando su ruta rumbo a la anulación.

De los 15 comicios para renovar gobernadores, el de la entidad norteña gobernada hoy por Jaime “El Bronco” Rodríguez está acaparando los reflectores nacionales.

Acusaciones entre candidatos van y vienen. Denuncias de presunción de compra de votos hasta excesos en gastos de campaña, dominan los titulares.

Las campañas están convertidas en una carnicería política y todo apunta a que la balanza se inclinará en la última semana, previa a la elección.

Y en medio de esa competencia por ver quién sale menos sucio, menos golpeado, el presidente Andrés Manuel López Obrador presumiendo -abierta e ilegalmente- su injerencia en un proceso electoral que tiene todos los visos de acabar en tragedia.

El anuncio de que la Fiscalía General de la República, a través de la Fiscalía General Para Delitos Electorales, investiga a dos de los candidatos punteros, ninguno morenista, destapó un debate que ya alcanzó las fronteras internacionales con una denuncia ante la Organización de Estados Americanos.

Al priista Adrián de la Garza se le acusa de pretender comprar el voto con la promesa de una llamada Tarjeta Rosa, que aportaría mil 200 pesos bimestrales a las mujeres de su estado. Solo en caso de ganar la elección.

El grito de “faul” vino nada menos que del presidente López Obrador, quien más que indignado por el hecho, lo que parece es estar molesto porque no le respetan los derechos de autor de un sistema asistencial que él mismo patentó, cuando prometió tarjetas de apoyos económicos para adultos mayores y “ninis”, desde su campaña para jefe de Gobierno de la Ciudad de México en el 2000.

Poco duró el coraje presidencial. De súbito, emergieron a lo largo y ancho de México una docena de tarjetas con promesas similares a las que hacía Adrián de la Garza y que ya el Instituto Nacional Electoral decretó como legales. Nada que investigar.

De cualquier manera, el abanderado de Va Fuerte por Nuevo León, aprovechó una visita a Washington para denunciar ante la OEA la ilegal intromisión presidencial en el proceso electoral.

La otra investigación, la más controvertida, tiene que ver con los gastos de Samuel García, el candidato de Movimiento Ciudadano que va arriba en las preferencias.

Se le busca acusar desde exceso en gastos, no cumplir con un gasto proporcional entre lo que le da el partido y lo que consigue.

Pero aquí las fiscalías cometen una falta grave. Cualquier veredicto sobre los gastos en exceso tiene una sentencia hasta que la elección culmina. Si entonces y solo entonces se encuentra al candidato o a su Partido en falta, ya se procede. Hoy es solo un señalamiento.

Y aquí es donde se asoma el fantasma de la posible nulidad en las elecciones para gobernador en Nuevo León.

Lorenzo Córdova ya dijo que ni en el caso de la Tarjeta Rosa de Adrián de la Garza ni en la investigación del origen y destino de los recursos de Samuel García, existen elementos que justifiquen que a alguno de los dos se le retire de la boleta electoral.

Luego entonces, si existiera alguno de los delitos que imputan las fiscalías tendría que ser una vez pasada la elección. Después del 6 de junio.

Pero las flagrantes intromisiones del presidente López Obrador, y el acoso a destiempo y sin presentar caso de las dos fiscalías, solo pueden explicarse desde una de dos alterativas.

La de una abierta intentona de sacar de la jugada a uno o a los dos contendientes que retan a Clara Luz Flores, la candidata del Partido en el Poder.

Y dos, a la urgencia del presidente López Obrador para distraer los reflectores del trágico accidente de la Línea 12 del Metro de la Ciudad de México, que pegó en la línea de flotación del proyecto 2024 del gobierno de la Cuarta Transformación.

Preferible que se hable de la intromisión presidencial, de los pasos en falso de las fiscalías, de la presunta delincuencia de dos candidatos rivales de Morena, que asomarse al drama político que significa sacar de la jugada, por la sucesión presidencial, a Marcelo Ebrard y a Claudia Sheinbaum.

Y de paso, plantar las semillas para que, si los resultados no favorecen a los deseos presidenciales, tener listos los expedientes que conduzcan a la anulación de la elección de Nuevo León.

No olvidemos que el destino de esta confrontación es impedir que Movimiento Ciudadano se quede con Nuevo León, porque de ganarlo haría con Jalisco -ya teñido de naranja- un frente electoral desafiante para Morena y el proyecto de la Cuarta Transformación.

Cualquier escándalo o intromisión -justa o injusta- es barata cuando se trata de salvar la silla presidencial en el 2024.

Por lo pronto, del lado de Morena, se dio una sensible baja. La renuncia de Víctor Fuentes, su candidato a la alcaldía de Monterrey, a tres semanas de las elecciones, sacude las entrañas de los cuarteles de Clara Luz Flores.

¿Podrá el ex alcalde panista de Monterrey, Felipe de Jesús Cantú, recuperar la plaza que representa más del 60 por ciento de los votos totales de Nuevo León?

Lo mejor, o quizá lo peor, está por venir.

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