[hurrytimer id="116852"]
18 de junio 2025

28 de agosto 2019

¡Que alguien me explique!

Nuevo gas a la 4T

La imagen de Carlos Slim, Carlos Salazar y Antonio del Valle en Palacio nacional envía una fuerte señal de certidumbre a la inversión.

Por Ramón Alberto Garza

COMPARTE ESTA HISTORIA

Para los que veían a la Cuarta Transformación como un gobierno terco, obstinado, que no daba derecho de pataleo y menos con reversa, los acuerdos del gas anunciados ayer por el presidente Andrés Manuel López Obrador vienen a desmentir los temores.

Después de largas negociaciones entre la CFE, las cúpulas empresariales y los dueños de los controvertidos contratos de los gasoductos, se alcanzó un acuerdo ganar-ganar para todos.

Y las imágenes de la foto de ayer con el presidente López Obrador, Manuel Bartlett, Carlos Salazar, Antonio del Valle y Carlos Slim se instalaron como la prueba de que cuando se quiere, sí se puede.

Y aunque los detractores de la Cuarta Transformación, a los que, como diría Enrique Peña Nieto, ningún chile les acomoda, buscaron descalificar el acuerdo; aquí les van algunos números que exhiben la realidad, tal cual se acordó.

I.- LA CFE SE AHORRA
Dls. 4 MIL 500 MILLONES

El valor nominal de los contratos originales era de 21 mil millones de dólares. Bajo la nueva negociación se reduce a 16 mil 500 millones de dólares. Un ahorro de 4 mil 500 millones de dólares.

Por supuesto que las fórmulas se adecuaron en precios no crecientes sino fijos y en plazos, en algunos casos, mas allá de los 25 años originales. Pero al final del día, lo que se refleja en el resultado es que hay ahorro.

II.- COSTO DEL GAS INDUSTRIAL BAJARÁ
ENTRE 60 Y 70 POR CIENTO

Era un crimen al Erario y a las finanzas de la CFE el estar comprando gas licuado a peruanos a través de brokers españoles a precios que ponderaban los 10 dólares pero que alcanzaron a superar los 20 dólares el millón de Btus.

Con el gas en Texas a la décima parte del costo –de dos a dos dólares 50 el millón de Btus- era un absurdo detener la operación de los gasoductos ya terminados y que entrarán en operación en las próximas semanas y meses.

El costo del millón de Btus fluctuará entre los 3 y 3.50 dólares, lo que significa de facto un ahorro, en el peor de los casos, de un 60 al 70 por ciento.

El impacto de ese ahorro para los consumidores industriales de gas y para la misma CFE, que lo emplea en la generación de energía, significa un enorme ahorro, sin contar con que el gas natural es un combustible más limpio que el combustóleo. El medio ambiente también gana.

III.- HAY VENTAJA COMPETITIVA
EN LA ESCALA GLOBAL

En un mundo abierto al comercio, el costo de los energéticos es factor estratégico. Si en México pagamos la energía más cara que en Estados Unidos o que en cualquier país de la Unión Europea, nuestros productos dejan de ser competitivos. No hay quien los compre.

Hoy Italia paga a 12 dólares el millón de Btus, mientras que Alemania logra 9 dólares por millón de Btus. Entre esos costos se instala hoy el precio del gas que venimos comprando, en algunos casos, más caro.

Con el rango de 3 a 3.50 dólares por millón de Btus que permitirá comprar a través de los gasoductos, la posibilidad de tener energía mas barata será una ventaja. No así con Estados Unidos, que lo puede consumir –sobre todo en Texas- a 2 o 2.50 dólares el millón de Btus.

IV.- SE RECUPERA LA IMÁGEN
DE UN GOBIERNO QUE SÍ DIALOGA

Después de la cancelación del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México en Texcoco, la confianza y la credibilidad en el gobierno de la Cuarta Transformación se dañaron nacional e internacionalmente.

Escuchar ayer a Carlos Slim, el empresario más próspero de México y uno de los propietarios de uno de los nuevos gasoductos, refrendar ante el presidente López Obrador su confianza en que la inversión viene y es cuestión de esperar para que se concrete, fue una ráfaga de confianza que hacía falta.

Bien por las capacidades negociadoras de Carlos Salazar, presidente del CCE y de Antonio del Valle, presidente del Consejo Mexicano de Negocios, y por la voluntad de los inversionistas norteamericanos y canadienses para ajustar lo que tenía que ser ajustado.

Y mejor aún para el inquilino de Palacio Nacional, quien tomó en los personal el sacar adelante, junto con Manuel Bartlett, el director de la CFE, lo que muchos pesimistas daban por muerto. La 4T ya trae mucho gas.

Publicidad
Publicidad
Publicidad