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22 de diciembre 2024

17 de junio 2019

Tecnología

El nuevo arte del «Deepfake»

Expertos afirman que esta tecnología será explotada cada vez más durante las campañas políticas

Por Bernhard Buntru

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“Imagina esto por un segundo: un hombre con el control total de la información de miles de millones de personas, todos sus secretos, sus vidas, sus futuros. Yo se lo debo todo a ‘Spectre’. ‘Spectre’ me enseñó que quien sea que controle la información, controla el futuro”, se ve decir a un hombre de unos 30 y tantos años en video.

Este hombre pareciera ser Mark Zuckerberg, fundador y CEO de Facebook. Pero no lo es.

Se trata de un video editado por una compañía israelí de inteligencia artificial para trollear al fundador de la red social más popular del mundo.

Los creadores del video “deepfake” buscaban llamar la atención sobre por qué Facebook se rehúsa a quitar de su plataforma videos que están claramente editados para engañar al público.

Y es que este tipo de contenido está cada vez más presente en las redes sociales.

No siempre se trata de manipulaciones altamente sofisticadas, a veces, solo implica reducir la velocidad de un video o de cortar y pegar algunos segmentos.

Por ejemplo, los clips que circularon hace algunas semanas, protagonizados por la líder demócrata en el Congreso de Estados Unidos y férrea opositora de Donald Trump, Nancy Pelosi.

Mientras que uno de ellos fue reducido en velocidad para aparentar que Pelosi estaba bajo los efectos del alcohol o algún narcótico, el otro consistía de una edición de un discurso de Pelosi en el que solo se mostraban fragmentos donde ella tartamudeaba. El resultado fue un video en el que Pelosi parece no poder hablar de forma continua.

En Estados Unidos, la controversia se desató hace poco porque algunos medios de comunicación, como Fox News, difundieron el primero de los vídeos manipulados, pero también porque el presidente Donald Trump retuiteó el segundo, junto con una frase en la que señalaba su tartamudeo.

Esto provocó una lluvia de cuestionamientos: ¿Está bien que un político difunda contenido engañoso en redes sociales? ¿Y los medios de comunicación tradicionales? Pero la pregunta más sonada fue, sin duda, ¿debería Facebook censurar este contenido?

Hasta ahora, la compañía dice que no, y volvió a encender las alarmas sobre el problema de la creciente desinformación en redes sociales.

Porque, según reportes, durante las elecciones de 2016 en Estados Unidos, en las que Trump ganó,artículos falsos que se volvieron virales en Facebook generaron más de 8 millones de likes, shares y comentarios. Es decir, influyeron bastante.

Sin duda, esto pinta un panorama complicado.

Ya que, de acuerdo con expertos citados por New Statesman, la proliferación de estos contenidos no solo contribuye a la desinformación en el público, sino que también vuelve cada vez más difícil distinguir entre lo que es real y lo que es falso.

¿Lograremos como consumidores de información vencer al deepfake?

La respuesta a esa pregunta, queda al aire.

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