Ni golpe de Estado ni operación libertad

El candidato a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, está empecinado en conquistar el voto radical de los republicanos ultraconservadores, para ganarse su confianza ha decidido radicalizar su discurso hasta el absurdo en contra de las personas migrantes de Centroamérica y el Caribe, en contra de Cuba y de Nicolás Maduro y para respaldar su posición ha decidido apoyar, el pasado primero de mayo, con armamento y medios de comunicación al autoproclamado presidente de Venezuela, Juan Guaidó en una operación cuyo único objetivo era liberar de su prisión domiciliar a Leopoldo López.

¡Ojo! Es evidente que el régimen de Nicolás Maduro sufre de estancamiento crónico y en estos momentos la característica principal de Venezuela es la polarización social, nadie puede negar que urge un proceso democrático donde la ciudadanía pueda, por la vía del diálogo y los consensos, definir el rumbo por el que quieren llevar a la República Bolivariana de Venezuela, pero nadie que de verdad crea en la libertad, la democracia y la justicia, podría aplaudir a una oposición que está dispuesta a sacrificar la vida de su propia base social con tal de deslegitimar al presidente y profundizar en el caos y la violencia.

Como dijo el Benemérito de las Américas: nada por la fuerza, todo por la razón y el derecho.