5 de diciembre 2018
Política
Narcos: México, de Netflix, no tiene idea de la violencia
Para no hacer de los narcotraficante unos héroes, la serie de Netflix, Narcos: México prometió mostrar tal cual la descomposición de los capos del crimen organizado… pero, una vez más, el crimen organizado en México superó cualquier ficción
Por Magenta Staff
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La serie de Netflix Narcos: México ha sido elogiada como un retrato crudo y doloroso de una realidad que sigue lastimando al país, pero la escalada de violencia de los cárteles mexicanos deja lejos a la ficción de cualquier historia.
El reciente caso de Luis Reyes Enríquez, El “Z-12”, es tan solo un ejemplo de eso.
El líder de los Zetas Vieja Escuela fue asesinado el 20 de noviembre en el penal de Nuevo Laredo un día después de haber ingresado. Le dieron 60 puñaladas.
Luego cuando era velado por sus familiares, un comando baleó la funeraria y se robó el cuerpo. El ataque dejó dos muertos más.
Al Z-12 lo descuartizaron y decapitaron. Su torso y una pierna fueron abandonados en una hielera y una cubeta el 28 de noviembre en una zona aledaña a la prisión de Apodaca, donde están recluidos varios ex miembros de los “Zetas”.
Ese mismo día, el resto del cuerpo fue abandonado en cubetas, hieleras y bolsas en las prisiones de Cadereyta y Topo Chico. Todo, menos su cabeza…
Esa fue localizada dos días después en una zona cercana a la prisión de Ciudad Victoria. Estaba maquillada y “adornada” con un listón.
El autor del salvaje espectáculo es el Cártel del Noreste… una escisión de los Zetas que pelea con los de la Vieja Guardia por el control del corredor Nuevo Laredo-Monterrey.
El Z-12 había sido detenido por la Marina el 12 agosto del 2016, en San Pedro Garza García, Nuevo León, en una de las zonas residenciales más caras del país.
Luego permaneció en un penal de Oaxaca de dónde salió en libertad, pero se le reaprehendió por cargos de homicidio calificado que tenía en Tamaulipas.
La guerra de los zetas de la vieja guardia y el cártel noreste ha dejado a su paso una oleada de ejecuciones, balaceras y “levantones” tanto en Nuevo Laredo como en la zona de Monterrey y Ciudad Victoria.
Tan solo en la última semana, se registraron más de 30 muertos, entre ellos, 9 ejecutados en la zona metropolitana de Monterrey en menos de 24 horas.
Todo esto sucede en medio de una “nueva estrategia” de seguridad en Nuevo León.
Así que, cuando pensábamos que finalmente Narcos mostraba la verdadera crueldad y la descomposición del crimen organizado para no hacer apología del delito, los cárteles mexicanos superaron eso con creces.
No, narcos no tiene idea.