NAIM Vs Beijing

Si alguien busca la interpretación de lo que dijo ayer Andrés Manuel López Obrador sobre la cancelación del nuevo aeropuerto de Texcoco y el cambio de Santa Lucía, aquí se las traducimos.

Asumiendo que lo que se dijo es que bajo la nueva posibilidad de Santa Lucía los ahorros respecto al proyecto de Texcoco serían de al menos 100 mil millones de pesos, lo que el presidente electo quiso decir es claro.

“Si los actuales contratistas del nuevo aeropuerto, que están inflando desorbitadamente los costos quieren mantenerse en el negocio y rescatar Texcoco o participar en la opción de Santa Lucía, que le recorten 100 mil millones de pesos a sus pretensiones en los gastos”. Así de sencillo.

Lo que López Obrador está colocando sobre la mesa, apoyado en la controvertida consulta ciudadana, es una pistola amartillada, lista para ser disparada, si no se recortan los gastos excesivos.

¿Y quién dijo que los gastos están disparados? Pues la realidad de comparar el NAIM de Texcoco con el nuevo aeropuerto de Beijing, que tienen características muy similares. Analicemos.

De arranque, el aeropuerto de Beijing se comenzó a construir en el 2014 y estará listo para el verano del 2019.

Y coincidencia o no, los dos son proyectos que tienen la firma del despacho de arquitectos Foster & Partners, de Norman Foster, el socio de Fernando Romero, el yerno de Carlos Slim.

Más aún. Si se comparan los conceptos de ambos aeropuertos fosterianos se darán cuenta de que los proyectos son muy similares, por no decir que casi idénticos. Copy-Paste.

En su fase inicial el nuevo aeropuerto de Beijing moverá 72 millones de pasajeros anuales; el NAIM en Texcoco, 70 millones. Dos millones menos.

La terminal del nuevo aeropuerto de Beijing tendrá una superficie de 700 mil metros cuadrados; el NAIM tendrá 743 mil metros cuadrados, apenas un 6 por ciento más.

Las cuatro pistas de la primera etapa del nuevo aeropuerto de Beijing sumará tres de 3.8 kilómetros y una de 3.4 kilómetros para un total de 14.8 kilómetros; el NAIM en sus tres pistas iniciales de 5 kilómetros cada una,alcanzan en total los 15 kilómetros. Sin diferencia.

Pero el costo oficial del nuevo aeropuerto de Beijing es de 13.8 mil millones de dólares, mientras que el NAIM en Texcoco ya anda en los 15 mil millones y, si bien nos va, cerrará en los 20 mil millones de dólares.

Si los dos aeropuertos son diseñados por el mismo Norman Foster, si ambos tienen mismo manejo de tráfico de pasajeros, superficie de terminal y longitud de pistas, ¿por que el mexicano va a costar 6 mil millones de dólares más?

Que alguien nos explique en qué se van 120 mil millones de pesos extras, que si se ahorran, le liberarán al sexenio lopezobradorista 20 mil millones de pesos anuales.

¿Son muchos o son pocos? Pues equivalen a dos veces el presupuesto de Gobernación, con Seguridad Pública incluida; o dos veces el presupuesto de la Secretaría de Agricultura; un año entero del presupuesto de la Secretaría de Salud o cuatro veces el de la Secretaría de Marina.

De ese tamaño es la danza de los dineros en una obra pública de muy cuestionadas asignaciones, desde el proyecto hasta la selección de constructoras.

Lo que el presidente electo sentó ayer fueron las bases para decir que de aquí en adelante ya no se jugará a la política con los dados cargados de corrupción.