22 de enero 2021
¡Que alguien me explique!
Miguel Treviño, un ejemplo
En medio del drama de la inseguridad en todo México es bueno saber que, si la autoridad le pone voluntad política, se pueden lograr cifras de primer mundo. Pero para eso harían falta docenas de alcaldes comprometidos, como Miguel Treviño. De los que hacen poca política y se enfocan en los resultados
Por Ramón Alberto Garza
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Cuando la danza de las cifras -en todos los órdenes- nos entregan solo malas noticias, siempre es bueno destacar aquello que se sale de la pesimista y muy triste realidad. Sobre todo, en un tema tan delicado e impactante como la seguridad.
Es el caso de San Pedro Garza García, en Nuevo León, que en la encuesta del INEGI acaba de confirmar -con cifras récord- su primerísimo sitio como la ciudad mexicana en donde sus ciudadanos se sienten más seguros, más protegidos, más confiados con su policía.
Solo como muestra, 88 de cada 100 ciudadanos sampetrinos se sienten muy seguros, 90 de cada 100 califican a su policía municipal como la más efectiva y también 90 de cada 100 la reconocen como la policía más confiable.
Las cifras extraordinarias, en un país donde domina la inseguridad, las ejecuciones, los secuestros, las malas policías, no son obra de la casualidad.
Son producto del trabajo de dos años de Miguel Treviño de Hoyos, el alcalde de San Pedro Garza García. El único caso en México que reivindicó y salvó la cara a la etiqueta de “independiente”, sin partido.
Sobrarán los que digan que ese municipio de Nuevo León es el que tiene el ingreso per cápita más alto de México y que sus presupuestos le permiten darse “lujos” como tener una excelente policía. Nada más falso.
Media docena de municipios en la ciudad de México, el Estado de México o Jalisco califican con esos niveles presupuestales, pero sus resultados distan mucho de ser ejemplo. Ninguno aparece entre los primeros lugares.
Pero hay que recordar que no siempre San Pedro Garza García gozó de esos extraordinarios niveles de seguridad. Cuestión de recordar los primeros trienios de Mauricio Fernández Garza Sada como su alcalde.
Fueron aquellos en los que el mismo munícipe confesó públicamente que había pactado con el crimen organizado -en particular con el cártel de los Beltrán Leyva-, para permitirles operar sin problema, mientras no existieran secuestros ni extorsiones entre la población. Una paz comprada, pues.
El pacto involucró millones de pesos mensuales para tranquilizar a los “malitos”, como respetuosamente se les llamaba entonces.
Pero la realidad se encargó de desmentir que la paz supuestamente pactada se diera. Abundaron las ejecuciones, no cesaron los secuestros y los ciudadanos estaban intranquilos.
De hecho, en junio del 2018, cuando Mauricio Fernández era alcalde por tercera ocasión y el INEGI comenzó a medir los niveles de seguridad municipales, 66 de cada 100 sampetrinos se sentían seguros.
Cuando perdió la elección frente a Miguel Treviño, la herencia del alcalde panista a su sucesor independiente se instalaba en una aprobación sobre el manejo de la seguridad de 76 de cada 100 ciudadanos.
Miguel Treviño debutó con encontronazos, con los grupos criminales que ya sentían que San Pedro Garza García era su coto de operaciones, y las confrontaciones de la ríspida transición redujeron la aprobación en seguridad a 65 de cada 100 ciudadanos.
Pero con un trabajo constante del gobierno independiente, que incluyó la depuración, la contratación y el entrenamiento de sus policías, la cifra se elevó a un histórico 88 de cada 100 ciudadanos muy satisfechos.
Solo para comparar, la segunda ciudad en la que sus ciudadanos se sienten más seguros es Los Cabos, con una satisfacción del 82 por ciento, seis puntos menos que San Pedro Garza García.
De ahí, entre Mérida con 75 ciudadanos satisfechos de cada 100, Saltillo con 69, La Paz con 68 y San Nicolás de los Garza también con 68, completan el ‘Top Six’ de las ciudades mexicanas calificadas como más seguras.
Y para que no quede duda, de la excelente labor de Miguel Treviño, su 88 por ciento de satisfacción de sus ciudadanos contrasta con el apenas 27 por ciento de aprobación de los ciudadanos de Monterrey, que habitan en la misma metrópoli. De hecho, con una calle de por medio.
En medio del drama de la inseguridad en todo México es bueno saber que, si la autoridad le pone voluntad política, se pueden lograr cifras de primer mundo. Pero para eso harían falta docenas de alcaldes comprometidos, como Miguel Treviño. De los que hacen poca política y se enfocan en los resultados.
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