Madrazo Azul

Ricardo Anaya está jugando con fuego…. y la lumbre ya le llegó a los aparejos.

El llamado joven maravilla del nuevo panismo, que a los 36 años sorprendió a la clase política nacional al asumir  la presidencia nacional del PAN, está perdiendo su magia.

O para ser mas precisos, ya perdió el piso, cuando de ser la emergente estrella en el firmamento político mexicano pasó a ser el villano traidor y dictador al que todos quieren destronar.

Pero eso suele suceder con los becerros jóvenes cuando se les cuelga en cencerro. Acaban perdiendo a la manada. Y eso puede lesionar de muerte al PAN frente a su oportunidad para recuperar la presidencia en el 2018.