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20 de octubre 2025

18 de julio 2025

Opinión

#LosTaconesDeMarcela | ¿Señora Presidente o PR?

Los Tacones De Marcela

Claudia Sheinbaum necesita asumir su rol de líder de nación y no de relaciones públicas (PR, por sus siglas en inglés) amloísta, como declaró el abogado de Ovidio Guzmán, Jeffrey Lichtman. Hoy más que nunca, México necesita una Señora Presidente

Por Marcela Garza Barba

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Señora Presidente.

Es tiempo de dejar a un lado a su antecesor Andrés Manuel López Obrador.

De limpiarse aquel beso impuesto como si se tratara de una entrega de poder no sólo terrenal, sino emocional.

Es tiempo de dejar a un lado al ex presidente en funciones López Obrador por el bien de México, aunque no por el bien del partido al que hoy representa, Morena.

Su rol es ser líder de nación y no PR amloísta.

México hoy la necesita como Señora Presidente.

Una buena líder de nación intuye que la guerra suscitada con el país vecino, a raíz del “narcoestado” mexicano, no será momentánea, sino será una de esas guerras parteaguas para contar en los libros de historia.

Ya estamos en este tipo de declaraciones.

“La presidenta actúa más como un brazo de relaciones públicas de una organización narcotraficante que como la líder que el pueblo mexicano se merece”.

Fuertes y controvertidas palabras de Jeffrey Lichtman, abogado no sólo de Ovidio Guzmán, sino de “El Chapo” y Emma Coronel.

Pero ponerse al tú por tú con el abogado de Ovidio Guzmán, el que ya está “cantando” en un lugar recóndito y que presuntamente ha entregado más de 50 USB’s a la justicia estadounidense, seguramente no llevará a nuestro país a buen puerto; al contrario, Señora Presidente, la expone como PR morenista.

Porque seamos sinceros, la contestación la debió hacer alguien de su equipo como, por ejemplo, un Juan Ramón de la Fuente, secretario de Relaciones Exteriores.

Pero de eso nada, mejor usted al nivel del abogado Lichtman.

Hasta hoy, la fallida estrategia de “Abrazos, No balazos” heredada por su padrino y antecesor no ha sido del todo erradicada.

El narcoestado está tan enraizado en las arcas morenistas que el temor más allá de una intervención o cooperación estadounidense es principalmente por el desmoronamiento de Morena.

Caerían uno por uno como efecto dominó, y usted Señora Presidente, lo sabe.

He ahí la respuesta a que hasta el día de hoy no hay detención que trascienda o acción por la justicia que sea pronta y expedita en suelo mexicano.

Se sigue protegiendo a los políticos que se sabe son presuntos culpables de este narcoestado en el que hoy estamos sumergidos.

Y sí, también es culpa de los sexenios anteriores, pero usted es ahora la Señora Presidente y debe poner orden en casa, si no, alguien más lo hará por usted.

Será difícil transitar por otro camino, después de todo López Obrador hizo a una Claudia Sheinbaum a imagen y semejanza.

Es hora de alejarse, de quitarse ese beso maldito que la llevó a ser, hoy por hoy, más que Señora Presidente, PR no sólo de Morena, sino de AMLO y los suyos.

Es hora de dejar la narrativa mañanera de “un país de las maravillas” y dejar de sumergirnos en un México al revés.

En donde la Señora Presidente, primero, denuncia a un abogado por difamación que tomar acciones en contra de un criminal político que ha herido constantemente a nuestro país y en donde las pruebas sobran.

Con “herido” me refiero a acciones corruptas concretas y repetitivas que sirven sólo para el beneficio de unos cuantos personajes en el poder.

Estas acciones no pasan desapercibidas y menos cuando existen fotos, documentos, investigaciones… pruebas.

Pero, a meses de haber tomado el bastón de mando, usted Señora Presidente no ha jalado el hilo de investigaciones, pruebas, fotos o documentos porque seamos realistas, unas tantas de esas pruebas llevan a sus más allegados y hasta hoy, eso se ve y se siente, no como justicia, sino impunidad.

Usted sabe que esta guerra interna de los “Abrazos, No Balazos” se vendió como paz y amor, mientras el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador caminaba unas tantas veces por los caminos de Badiraguato… hoy sabemos por qué.

La impunidad en todo su esplendor… y sigue bajo su mandato.

Obras insignia amloístas con sobrecostos que terminaron subsidiadas, y todo, con dinero del Erario.

El Tren Maya hoy cuenta con un subsidio que llega a 10 mil 700 por ciento.

Según informes, esta obra requirió 108 pesos de recursos del Erario por cada peso que recibió de ingresos propios.

El Tren Maya pierde alrededor de siete millones de pesos al día, pero la Señora Presidente dice que “será rentable”.

¡Un robo, a todas luces!

“Huachicoleo” practicado por años para beneficio propio de ciertos narcopolíticos, pero nadie vio y nadie supo.

A la fecha hay decomisos, deteneciones de “peces pequeños”, pero ninguno de los criminales políticos intelectuales.

NIN-GU-NO.

Políticos de la mano con el crimen organizado, con órdenes de aprehensión desde hace un par de años, más especificamente desde el 2021, suficiente tiempo para huir a otros mares.

Porque hoy que se buscan, nadie sabe, nadie supo.

Ahí está el caso de Hernán Bermúdez Requena, secretario de Seguridad de Tabasco y sus presuntos vínculos con “La Barredora”.

Salpicando también al líder del Senado, Adán Augusto López.

Pero ¿qué se hace?, se les da tiempo para correr.

El mensaje desde el púlpito mañanero: “no se está investigando”.

Y no, no es cuestión de las fiscalías…

En estos momentos, la herida en México está abierta, es cuestión que le compete a la que tomó el bastón de mando, me refiero a usted, Señora Presidente.

Es triste ver cómo en México hoy es más fácil crear una estrategia de “huachicol fiscal” que una estrategia educativa, gracias a que se sigue aceitando la máquina de la corrupcíon desde la cúpula del poder.

Amiguismo con fines corruptos de políticos de cuello blanco, con líderes del crimen organizado, para saquear lo que se pueda y llevarlo para uso de beneficio personal, mientras que el pueblo bueno y sabio es distraído con dádivas sociales.

Gran Obra amloísta.

Como dice Donald Trump: “los cárteles tienen un control tremendo sobre México y sus políticos”.

Si no es así, Señora Presidente, muestre lo contrario.

Porque hasta hoy, su antecesor y sus hijos no han salido de su escondite, no se investiga a un Adán Augusto y sale usted, a un lado de Rubén Rocha Moya, a ponerse al tú por tú con el abogado Litchman.

Señora Presidente es mejor cooperar en tiempos de guerra que ponerse al tú por tú.

No es tiempo de enviar reportes de acciones contra cárteles al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para que como dice usted “esté bien informado”.

Es hora de que muestre su liderazgo, sin los hilos amloístas.

Y detener, de una vez por todas, la continuidad de este narcoestado en el que vivimos.

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