#LosTaconesDeMarcela | Primero los López: La mafia que nos robó el BienESTAR

En 2007, el ex presidente aún en funciones, Andrés Manuel López Obrador, publicó su libro La Mafia Nos Robó la Presidencia.

Desde ese entonces, ya se tejía la narrativa de nosotros y ellos, chairos y fifís, pero, sobre todo, la de La Mafia del Poder.

En 304 páginas, AMLO explicaba cómo los otros, los opositores, más puntualmente el panista Felipe Calderón, le había arrebatado la Presidencia bajo el manto de la mafia del poder.

No voy a entrar en esta controversia, aunque a mí me parece más un mito que una realidad; lo que sí es que hoy la mafia del poder, corregida y aumentada, es Morena y nos roba el BienEstar.

Ese BienEstar que el gobierno de la 4T pregona en sus presuntas campañas mal habidas.

Están primero los intereses del partido morenista que los del ciudadano.

Están primero los López (AMLO, Andy y los otros hijos), después los mexicanos.

Hoy, López Obrador se tropieza con aquellas palabras que pronunció hace unos años cuando dijo que, y cito textual, “la mafia del poder quiere imponer al nuevo títere, al nuevo pelele”.

Me pregunto.

¿Hoy diría lo mismo con la imposición de su hijo ‘Andy’ López Beltrán?

¿Hoy diría lo mismo respecto a la nueva mafia del poder que él mismo creó y aún maneja?

Lo cierto es que, mientras en Morena juegan a imponer y permanecer, con apodos en el Poder Judicial incluidos (“El juez de AMLO”, uno de ellos), y a decir y a desdecir a conveniencia (por aquello de que la presidente Claudia dice que los drones espía de EU vuelan “bajo la petición de México”), todo bajo el manto del líder sectario superior, AMLO, los ciudadanos de a pie pagamos los platos rotos.

Sí, antes también había inseguridad y corrupción, pero hoy se supera con creces.

La mafia del poder de los López nos quita el BienESTAR.

Increíble.

Que la presidente Claudia Sheinbaum envíe al Congreso una iniciativa para prohibir el nepotismo electoral, a partir de 2027, mientras que Andy López Beltrán, hijo del ex presidente aún en funciones, Andrés Manuel López Obrador, y secretario de Organización de Morena, y Luisa María Alcalde, dirigenta nacional de Morena, instalen un módulo en el Senado para afiliar a senadores al partido en el poder.

Andy, hijo del ex presidente López Obrador; Luisa, hija de Bertha Luján, fiel seguidora del movimiento morenista y amiga de AMLO.

De hecho, fue titular de la Contraloría general del entonces Distrito Federal (ahora CDMX) durante la administración de López Obrador como Jefe de Gobierno, de 2000 a 2006 y fue secretaria general de Morena de 2012 a 2015, entre otros puestos dentro del partido, ahora en el poder.

Su otra hija, Bertha María Alcalde Luján es la titular de la fiscalía de Ciudad de México.

Vaya doble narrativa.

Nepotismo en su máxima expresión.

Aquí sí aplica la frase célebre del líder político sectario López Obrador, “amor con amor se paga”.

Pero ¿qué nos sorprende?, si el mismo López Obrador al iniciar su sexenio en 2018 envió un oficio para no permitir el influyentismo, el amiguismo y el nepotismo.

Decía que eran “lacras del antiguo régimen”.

Pero más pronto cae un hablador que un cojo.

Hoy Morena es ese régimen, esa mafia del MalEstar, maquillada de BienEstar.

Vale más el poder, el dinero, el proteccionismo y la dictadura que la libertad y la democracia.

Son igual o peores, que ese viejo PRI que tanto critican.

¿Y se dicen ser la “Transformación”?

Andy y Luisa María Alcalde, por órdenes de López Obrador, aunque en la fachada parezcan como órdenes de Andy, deben afiliar a 10 millones de personas a Morena.

Con todo Murat, Yunes y tablets incluidos.

Pero no, no son como el viejo PRI.

Agremiados del SNTE y familiares se afiliaron porque regalaron seis mil tabletas.

Sí, la afiliación de maestros vale una tableta.

Ciegos los que no quieren ver porque, ante todo, primero los López.

Nada de “primero los pobres” o “primero el pueblo bueno y sabio”.

Si fuera primero el pueblo bueno y sabio, el poder no estaría concentrado en aproximadamente seis familias morenistas.

Los López primero, por supuesto.

Y después.

Los Alcalde Luján.

Los Taddei.

Los Batres Guadarrama.

Los Godoy Ramos.

Y así seguimos.

Sin contar amantes, amigos y familiares lejanos de los “líderes” dentro del partido en el poder.

Si fuera primero el pueblo bueno y sabio, Rubén Rocha Moya, gobernador de Sinaloa, no estaría recibiendo de manos de Andy la tarjeta de afiliación a Morena.

Rocha Moya tiene a su estado en toque de queda por la violencia imparable.

Se habla de los dos días más violentos de 2025, en Sinaloa, con 12 homicidios por día.

Pero el gobernador sinaloense sigue ahí, a pesar del malestar ciudadano.

¿O ven algo de bienestar?

Sólo para los que gobiernan, ¿no?

O qué dicen del clan Salgado en Guerrero.

Un clan que lleva años en el poder.

Evelyn, la gobernadora de Guerrero e hija de Salgado Macedonio, también fue parte y cito textual, tal cual lo dijo Andy, “del momento histórico en el que las y los gobernadores de México han decidido sumar su fuerza y compromiso a nuestro movimiento de transformación”.

La alta tasa de homicidios ha colocado a Guerrero como el estado más violento de México, por encima de Morelos, Sinaloa y Michoacán.

Dicen que los programas de bienestar del gobierno ya son un derecho.

¿Y el derecho de vivir?

¿El derecho de la seguridad?

Mientras en México son primero los López, nos quedamos sin Estado de Derecho.