#LosTaconesDeMarcela | ¡‘O P(M)atria Mía!

¡‘O Patria mía, tan bella y perdida!

Las palabras del compositor italiano Guiseppe Verdi resuenan hoy en el México actual.

Claro, la presidente Claudia Sheinbaum cambiaría la composición de Verdi, en lugar de patria la llamaría “matria” con “A” de mujer.

Pues ni patria ni matria.

En medio de una crisis histórica de violencia, de un divide y vencerás sin precedentes, de una justicia a modo cuatroteísta, de un sector salud y educativo con nulas estrategias, un Plan Michoacán que debería ser más bien un Plan México por aquello de que la inseguridad va al alza y una falta de transparencia ideal para los estándares morenistas, las mujeres del Congreso de la Ciudad de México se pelean al punto de ser el hazmerreír internacional.

¡‘O patria mía!

Ojalá que las palabras de Verdi no se conviertan en realidad cuando dice “oh patria mía, jamás volveré a verte”.

Porque para ser patriotas se debe liderar con respeto, justicia, diálogo y en una sana democracia.

Hoy ni respeto, ni justicia, ni diálogo, ni sana democracia, al contrario, o estás con Morena o eres enemigo.

¿Dónde quedó el balance de poderes y el derecho a disentir?

Rescatemos a nuestra patria, aquella que no tiene nada que ver con el color guinda ni con la matria, como la cataloga Sheinbaum.

Por el bien de todos, primero los mexicanos de bien.

La patria primero… pero aquella que conocíamos antes.

Así terminamos el año.

Somos el hazmerreír internacional.

A todas luces, una democracia (si es que así se le puede llamar aún) enferma.

Un país en donde los llamados líderes no pueden discutir sanamente ni debatir sobre la tan necesaria transparencia, y en lugar de eso, utilizan la violencia como arma para convencer de lo contrario.

Cómo no actuar así, como las diputadas del Congreso de la Ciudad de México, si desde el púlpito mañanero, la presidente Claudia divide en lugar de unir y no deja espacio para diálogo alguno… ¡Ah, no! ¡Sí! ¡Se nos olvida Cuba! Con ellos sí hay espacio de diálogo cuando se trata de Gasolinas del Bienestar.

La transparencia es nula, al cabo que nadie vio ni nadie supo hasta que fue cuestionada por un reportero en la mañanera sobre el petróleo enviado a Cuba.

¿Huachicoleo a lo cubano?

Hay diálogo con países dictatoriales y “amigos” como Cuba y Venezuela (con eso de que Sheinbaum le pide a la ONU que sea mediador entre Estados Unidos y Venezuela)… pero aquí, en casa, nada de diálogo.

No hay punto medio con opositores: o estás con el régimen o te aniquilan mediáticamente o te amenazan por medio del control del Estado.

El “divide y vencerás”, su eterna bandera.

La violencia es ejecutada desde el poder del Estado, por ende, México vive una violencia de Estado.

Por eso, que salga la presidente a reprobar la violencia de las mujeres que se pelearon en el Congreso de la Ciudad de México, me parece fuera de lugar.

La presidente es la primera que violenta en contra de los que no están de acuerdo con ella y su gobierno.

No hay derecho a disentir bajo el mandato de Sheinbaum.

Los jóvenes de la Generación Z fueron callados al detenerlos y amedrentarlos.

¿Quién protestará ahora con ese tipo de tratos?

Los medios de comunicación son callados en redes sociales, todo porque se dice que son campañas en contra de su gobierno.

Las constantes mentiras en las mañaneras, son un tipo de violencia.

No se necesitan golpes, tan solo palabras.

¿Cómo pedir que haya diálogo si ella golpea y jalonea igualmente que las mujeres que sesionaron en el Congreso de la Ciudad de México?

La presidente debe predicar con el ejemplo.

Y mejor aún debe exigir que los pleitos vecinales en tribuna no sean por falta de transparencia… ¡Ah no!, se nos olvida que la presidente y los suyos no quieren transparentar lo más mínimo, entre más opaco mejor.

Me pregunto.

¿Quién en estos tiempos siente amor por una patria así?

Por una patria en donde los jaloneos se reemplazan por diálogo.

Por querer salvar la opacidad en lugar de la transparencia.

Por madrugar al mexicano al estilo cuatroteísta, con leyes a modo y fiscales anticonstitucionales.

Pregúntenle a Raúl Rocha Cantú, presidente de la controvertida organización de Miss Universo, de los primeros en estrenar al nuevo Poder Judicial.

Un juez acaba de salvar a cuatro de sus cómplices, dos de ellos funcionarios de la Fiscalía General de la República y señalados, presuntamente, por ser parte de la red criminal de Rocha Cantú.

Pregúntenle a Adán Augusto López, quien es objeto de investigación por el caso Hernán Bermúdez Requena y “La Barredora”.

Pero sigue libremente despachando en su escritorio, regalando libros de “Grandeza” que, como bien dice, compró con su dinero.

¡Casi ocho millones de pesos en libros!

¿De dónde saca ese dinero un servidor público?

Y peor aún, pregúntenle al ex presidente Andrés Manuel López Obrador, sentado libremente en una silla rodeado de aves de la región en su escondite “La Chingada”.

¿Eso es amor a la patria o matria, o como quieran llamarle?

Los vínculos patrióticos del mexicano se deshacen, se disuelven al ver tal división en una sociedad que padece una enfermedad terminal por corrupción e impunidad gracias al gobierno actual.

En donde el buen gobierno es reemplazado por un circo mediático que alimenta al pueblo bueno y sabio con una mezcla de dádivas del bienestar y hashtags morenistas, provenientes de interminables supuestas granjas de bots.

Para eso sí hay estrategia, para salud, educación y seguridad… no.

Y todavía quieren aprobar una Reforma Electoral que sólo beneficiará a Morena, rumbo a las elecciones de 2027 y 2030.

¡‘O matria mía!

La presidente Claudia violenta al país al secuestrar la democracia y entregar la seguridad para enfocarse en los votos ensalzados de dádivas del bienestar.

Somos el cuarto país más peligroso del mundo, según el índice de Conflictos y Violencia Política 2025.

Palestina, Birmania y Siria están por encima.

Según varios reportes, México está sumergido en una crisis educativa por cuestiones partidistas, nulas estrategias y evaluaciones.

Hoy, en esta patria, entre más ignorante mejor.

Seremos patriotas cuando veamos que México prospera.

Cuando veamos que las causas sociales están por encima de los intereses de partido.

Cuando volvamos al balance de poderes y a una justicia pronta y expedita.

Las dictaduras en todo el mundo van en declive, en México también.

Hay una luz al final del túnel, ojalá la ciudadanía y la oposición sean ese contrapeso que nuestro país necesita para volver a ser patriotas.

O tal vez alguna fuerza externa que ponga un “hasta aquí” a la podredumbre morenista liderada por el tlatoani morenista, Andrés Manuel López Obrador.

Y así, gritar a los cuatro vientos con orgullo.

¡‘O patria mía querida!

Por una democracia sana con una justicia imparcial.

Por una transparencia que no se discuta con las manos, sino con la cabeza.

Sin jaloneos, estiradas de pelo y empujones de por medio que, por cierto, corre el rumor de que la directriz vino de Morena.

¡‘O Matria Mía!