3 de octubre 2025
Opinión
#LosTaconesDeMarcela | #MéxicoNecesita: Una Revolución de Conciencias.
Los Tacones De Marcela
México necesita una revolución de conciencias real, no la revolución de conciencias maquillada y falsa que tanto predican AMLO y la presidente Claudia Sheinbaum, con su movimiento (si es que se le puede llamar aún…) “transformador”
Por Marcela Garza Barba
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Siete años.
Es hora de apagar las mañaneras.
Y encender el botón de revolución de conciencias.
No la revolución de conciencias maquillada y falsa que tanto predican AMLO y la presidente Claudia Sheinbaum, con su movimiento (si es que se le puede llamar aún…) “transformador”.
México necesita una revolución de conciencias real.
De raíz.
Una revolución de conciencias que cambie no sólo el telón, sino el escenario de la podredumbre que hoy vemos en la arena política.
Sin miedo.
Sin duda.
Por y para la democracia de nuestro país.
Por el bien de México, de nuestros hijos y nietos.
¿Qué más esperan?, ¿otro Hernán Bermúdez Requena?
¿Otro Adán Augusto muy “a gusto” viendo un partido de futbol en el Senado, mientras debería ser cuestionado e investigado?
¿Otro Andrés Manuel López Obrador, hijos y clan huachicolero, ferrocarrilero y de chocolates, café y demás del Bienestar?
¿Otra presidente, hasta hoy, títere?
México necesita una revolución de conciencias, no mañana… ¡HOY!
En el México de hoy, quieren al mexicano, ignorante.
Lo quieren dócil, jugando el juego morenista… aunque sobren pruebas de corrupción.
En el México de hoy, disfrazan de austeridad republicana, la presunta riqueza mal habida de los hijos y familiares del ex presidente, al cabo que luego se borra de la memoria del mexicano con unos pesitos más, por medio de las dádivas del bienestar.
En el México de hoy ya no se puede estacionar en la calle y menos andar por carretera.
Trabajar, salir de casa y regresar seguro.
¿Y los delincuentes?
Libres, por la calle.
Tres mil carpetas abiertas por homicidios dolosos al mes.
Olvidadas, sin resolver.
Y de desapariciones ni hablar; en el sistema, el desaparecido es doblemente desaparecido y mientras que la madre busca a su ser querido con sus propios recursos, la desaparecen o asesinan también.
En el México de hoy, no hay acceso a medicamentos, pero le doran la píldora al ciudadano diciendo que es culpa de quién sabe quién, que aguante y gastan millones en marketing político para resarcir el daño.
En el México de hoy, la que cuestiona a la presidente es callada con los “otros datos”.
Y el que cuestiona públicamente es humillado con grabaciones.
Ante cuestionamientos, mejor correr.
¡Alto!
Por respeto a nuestros niños, a nuestros jóvenes.
México necesita una revolución de conciencias.
Empezando por los empresarios, los intelectuales, los que están en una trinchera privilegiada y que pueden, y deben hacer algo, pero hasta hoy no lo hacen.
¿Cómo pueden dormir, sabiendo que este México lindo y querido, es más herido que querido?
¿Esa es la herencia que le quieren dejar a las nuevas generaciones?
A sus hijos, a sus nietos.
No encuentro razón alguna para tal silencio, para tal parálisis, solamente que sea por complicidad o conveniencia.
O peor aún, por dejadez y voltear hacia otro lado; vaya, porque se vive en la comodidad y para qué hablar “si a mí no me afecta”.
Así como los empresarios, los jóvenes.
Los que están por graduarse y los ya graduados.
La política debe ser parte del día a día.
No dejarla a los demás, porque hoy, la política es parte diaria de nuestras vidas.
Lean, infórmense, debatan, levanten la mano, no callen, porque si la juventud se duerme entre la gratificación instantánea y la superficialidad de moda, nuestro país va directo a un abismo.
Con el mal gobierno y las malas prácticas.
Sin transparencia ni nadie a quién rendir cuentas.
Me pregunto.
¿Dónde quedó el valor de ser humano?
¿Dónde quedó la lucha por un mejor futuro?
¿Acaso las mañaneras han adormilado tanto a las masas que ya no se sabe diferenciar entre corrupción e integridad?
¿O simplemente, no nos interesa ver a un México sanar?
Urgen despertares.
Unión, no división.
Ni de derecha ni de izquierda, México ya está rebasado de partidos.
Mejor ¿por qué no un bien común?
Respetar las diferencias.
No mentir, no robar.
Hablar con la verdad sin otros datos.
Dejar atrás la politiquería.
Ser humano con derecho humano, no por politiquería.
Dejar hablar sin tener que callar.
México necesita una revolución de conciencias.
Sólo así podremos apagar este juego político basado en cimientos de corrupción, mentiras y “fuego amigo”.
Y dejar de arrastrar el pasado al presente, cuando lo que queremos es caminar libremente con seguridad por la calle.
Apagar las mañaneras, las narrativas maquilladas.
Dejar de idolatrar al político corrupto.
Encender la revolución de conciencias, por el bien de los que siguen.
Eso nos tocó de tarea.