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15 de julio 2025

24 de mayo 2024

Opinión

#LosTaconesDeMarcela | Es tiempo de terminar lo que comenzamos

Los Tacones De Marcela

Cuántas pruebas más necesitamos para convencernos de que el gobernador de Nuevo León, Samuel García y su esposa, Mariana Rodríguez, candidata a la alcaldía de Monterrey, nos roban descaradamente

Por Marcela Garza Barba

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Cuántas pruebas más necesitamos para convencernos de que el gobernador de Nuevo León, Samuel García y su esposa, Mariana Rodríguez, candidata a la alcaldía de Monterrey, nos roban descaradamente, con conflicto de intereses incluidos y mientras tanto maquillan sus fechorías con una rifa de un Cybertruck Fosfo Fosfo, conciertos masivos con sombreros y canciones dedicadas y hasta adopciones.

Cada uno de estos actos, tiene fines electorales, aunque ellos digan lo contrario.  

La pregunta es.

¿Vale más un Cybertruck y un concierto, dizque gratis, por los 200 años de Nuevo León y cegarnos como sociedad que pedirle rendición de cuentas al gobernador y a su familia?

¿Vale más la historia de adopción de un niño que conmueve hasta las lágrimas que cuestionar una candidatura a modo y ensalzada de conflicto de interés?

¿Esos son los valores que nos representan como neoloneses?

Hoy, Nuevo León está sumergido en un estilo de monarquía regional a modo, en la que los mirreyes se vuelven más ricos mientras abandonan al estado y el pueblo se empobrece a costa de rifas, conciertos y novelas en redes sociales.

Como bien dice Samuel en su Tercera Carta Para Nuevo León, publicada hace un par de días, “es tiempo de terminar lo que comenzamos”.

Pero de terminar con lo que comenzó tú gobierno a un lado de Mariana.

Un gobierno instaurado en frivolidades, corruptelas y falta de resultados.

Abran los ojos, lo digo por aquellos que aún defienden lo indefendible.

No nos queremos nada si le pasamos todo al gobernador, Samuel García, y a su esposa y candidata por la alcaldía de Monterrey, Mariana Rodríguez.

Digo, ya con decir que uno es gobernador de Nuevo León y otra posible alcaldesa de Monterrey, algo está mal.

Y, además, estamos mal nosotros por normalizarlo.  

Porque con esto permitimos que se instaure una monarquía regional a costa de intereses personales que nada tienen que ver con sacar adelante a nuestro estado, a Nuevo León.

Vayamos a sus fechorías.

Hablo en plural, porque al parecer, este par hace todo a imagen y semejanza (desde el marketing en sus redes sociales hasta dizque gobernar).

Las más recientes:

La presunta compra de un terreno de 18 hectáreas por unos 700 millones de pesos en una de las zonas más exclusivas de San Pedro Garza García.

Los ganancias “a modo” para los dos despachos de asesoría fiscal en los que son socios Samuel García Sepúlveda, su padre Samuel García Mascorro y su medio hermano Samuel García Villarreal.

Que entre 2015 y 2023 reportaron ganancias de hasta dos mil 413 millones de pesos, de los cuales, 70 por ciento se lograron a partir de su gestión como gobernador.

Y, por si fuera poco, se dice que Mariana y su familia también traen algunos pecados en el tintero, relacionados con triangulaciones bancarias y otros delitos fiscales.

A todo esto, hay que añadir el ingrediente de la validación de juicio político emitida por la Suprema Corte contra el gobernador emecista.  

Y las denuncias interpuestas, tanto a Samuel como a Mariana, por la muerte del niño Ángel Moreno de 14 años del DIF Nuevo León que, a dos años, el caso sigue en impune.

¿Esto es lo nuevo?

¿Mirreyes superficiales gobernando para sus propios intereses?

Más vale defender lo indefendible, ¿no?

Y salir a dar una rueda de prensa o explicaciones no pedidas para tapar al sol con un dedo.

Vil engaño y abuso de poder.

Porque, además de sus fechorías personales, están las que le competen a nuestro estado.

La falta de estrategias en temas de seguridad, educación, transporte y medio ambiente.

Pero así quieren seguir gobernando y no sólo el estado, sino Monterrey.

Aquí un preludio de la mala gestión que Samuel García ha hecho como gobernador.

Seguridad.

El 2024 en Nuevo León es el año más inseguro en cuatro años.

Somos el segundo lugar en feminicidios.

Las disputas de cárteles en tierra de nadie dispararon los homicidios en Nuevo León.

En tan solo cuatro meses, de enero a abril de este año, un total de 450 homicidios.

Pero el gobernador dice que el estado es seguro.

Educación.

Según datos de la Coparmex, 13 de cada 100 personas tienen rezago educativo en Nuevo León.

Unas tantas escuelas públicas siguen sin infraestructura y están en el abandono.

En lo que se refiere a transporte y movilidad ni se diga.

El transporte público no avanza y los ciudadanos prefieren caminar que esperar tres horas por un camión.

Pero el góber fosfo fosfo y su esposa andan en un Tesla y eso no les compete.

En economía.

Somos la entidad con mayor deuda del país.

Eso, aunado a que la deuda del estado con proveedores se ha duplicado en dos años y medio de lo que va la administración de Samuel.

Pero en Nuevo León todo está perfecto.

Es el nuevo Nuevo León.

En donde un gobernador postula a su esposa como candidata a la alcaldía por Monterrey y, de pasada, obtiene (haya sido como haya sido) un terreno en la zona más exclusiva San Pedro Garza García.

Literal, puso la mesa en la corona.

Y utilizó como escudo a su esposa.

‘Marianis’, como él mismo la apodó, el escudo a conveniencia, como en aquel video de “baja la pierna” o no me digan que en los debates dio la cara Samuel.

La rifa del Cybertruck, escudo a conveniencia.

La canción dedicada, escudo a conveniencia.

El tema del DIF y el niño adoptado, escudo a conveniencia.

Mejor que la ciudadanía no cuestione los pecados fosfo fosfo y que se sumerjan en las rifas, conciertos y casos de la vida real del DIF.

Como bien lo dices, Samuel, en tu Tercera Carta Para Nuevo León publicada hace un par de días, “es tiempo de terminar lo que comenzamos”.

Pero con tu gobierno, Samuel, y el que pretendes edificar con Mariana, instaurado en frivolidades, corruptelas y falta de resultados.

Porque tu joya de la corona no es de un trabajo arduo, ético y fiel a Nuevo León.

Es hora de que recuperemos lo que un día fuimos.

Los valores neoloneses no son los de los mirreyes fosfo fosfo.

¿O sí?

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