12 de diciembre 2016
Política
Los hombres de Castro en México
Conoce a los seis mexicanos que hicieron historia al lado del cuestionado pero jamás ignorado jefe de la revolución cubana
Por Ramón Alberto Garza
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A lo largo de 50 años –desde 1956 hasta el 2016- Fidel Castro pudo sortear dificultades y bloqueos, desde su incipiente revolución hasta sus días finales como el todopoderoso de Cuba, gracias al apoyo incondicional de un selecto puñado de políticos mexicanos.
Conoce a los seis mexicanos que hicieron historia al lado del cuestionado pero jamás ignorado jefe de la revolución cubana.
FERNANDO GUTIÉRREZ BARRIOS
El Espía que Protegió a Fidel
Si alguien tuvo en sus manos el hilo de la historia cubana, ese fue el mexicano Fernando Gutiérrez Barrios.
En junio de 1956 y como agente de la Dirección Federal de Seguridad, este capitán del Ejército mexicano capturó en la ciudad de México a Fidel Castro y a Ernesto “El Ché” Guevara.
Los mantuvo detenidos durante semanas hasta que pactó con ellos su liberación y puso a su disposición el yate Granma con el que Castro y 81 hombres emprenderían su aventura revolucionaria el 25 de noviembre de 1956.
Sin la ayuda e incluso la protección de Gutiérrez Barrios el comandante Castro podría haber acabado muerto o desaparecido en los separos de la Dirección Federal de Seguridad. La historia de Cuba sería otra.
Pero Castro fue siempre agradecido con el personaje que se convirtió en el negociador eterno entre México y La Habana. Desde el sexenio de Gustavo Díaz Ordaz hasta el de Carlos Salinas de Gortari.
Se dice incluso que en su faceta de agente de la CIA –bajo el código Litempo 4- Gutiérrez Barrios mantenía informada a la inteligencia norteamericana de los pormenores de la revolución cubana que lideraba su agradecido amigo Fidel.
Esa amistad persiguió a Gutiérrez Barrios hasta su muerte oficial, pues llegó a decirse que después de su secuestro en 1997, el que fuera secretario de Gobernación durante el régimen de Carlos Salinas de Gortari fingió sus funerales para poder irse a refugiar, protegido por Castro, a una de las residencias del comandante en La Habana donde moriría años después.
MIGUEL ALEMÁN VALDÉZ
El Mecenas Oculto del Granma
Cuando Fidel Castro aterrizó en México en 1956, Miguel Alemán Valdez ya no era presidente de México, pero si era un ex mandatario poderoso no solo por su influencia política sino por la compleja red de intereses económicos que creó y tejió durante su sexenio, lo que lo llevaron a convertirse en uno de los hombres mas acaudalados de México.
Fue su amigo, el también veracruzano Fernando Gutiérrez Barrios, quien lo acercó a los intereses de Castro y sus revolucionarios bajo la premisa de que Fidel derrocaría al dictador cubano Fulgencio Batista y con el se vendrían abajo los intereses económicos de los norteamericanos en la Isla.
Eso daría oportunidad para que una elite de empresarios mexicanos pudieran tomar posiciones dentro de la nueva realidad política y económica de Cuba.
Entonces a Castro no se le ligaba tan abiertamente al comunismo que acabó abrazando cuando consumó su asalto sobre La Habana.
Se dice que el ex presidente Alemán fue factor clave para que grandes hombres de empresa de la ciudad de México y de Monterrey se reunieran en privado con Fidel para escuchar sus planes revolucionarios e invitarlos al banquete de oportunidades que se les abrirían bajo el nuevo régimen.
A Miguel Alemán Valdez se le atribuye el mecenazgo para consumar la adquisición del yate Granma en el que Fidel, El Ché Guevara y Camilo Cienfuegos zarparon de Tuxpan, Veracruz, para consumar su aventura revolucionaria.