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21 de febrero 2025

17 de febrero 2025

¡Que alguien me explique!

Las opciones de Claudia

A pesar de la contundente retórica del presidente Donald Trump, la presidenta Claudia Sheinbaum y sus allegados insisten en mantener el discurso de la soberanía y de la no injerencia, el de la condena sobre Estados Unidos

Por Ramón Alberto Garza

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Se acercan los días del “juicio final” sobre el destino de los cárteles mexicanos. Los de la droga, los políticos y los empresariales.

Y a pesar de la contundente retórica del presidente Donald Trump y de su círculo cercano de Inteligencia, anunciando por las buenas o por las malas el fin de los grupos criminales mexicanos, la presidenta Claudia Sheinbaum y sus allegados insisten en mantener el discurso de la soberanía y de la no injerencia, el de la condena sobre Estados Unidos. Y aquí sólo existe una de dos posibilidades.

Una, que la inquilina de Palacio Nacional mantenga esa posición patriotera sólo para el discurso popular, buscando que cuando venga el ajuste de cuentas sobre algunos de sus colegas políticos morenistas y sus aliados, ella pueda decir que los defendió hasta donde pudo, que nunca los abandonó. Una postura pactada “de dientes para afuera”, para no perder a su base.

O dos, que Claudia de verdad esté convencida de que puede invocar la soberanía y la injerencia para desafiar -con ayuda de organismos internacionales- las amenazas del principal socio comercial de nuestro país. Esa salida sería la de “Juan Escutia”, el joven cadete del Colegio Militar que, defendiendo el emblemático castillo de Chapultepec de la invasión del ejército norteamericano, se lanzó envuelto en la bandera mexicana a sabiendas de que moriría, pero con la conciencia de haber salvado el deshonor de que el enemigo se apoderara de la insignia y por ende de nuestro país. Fue todo un “Niño Héroe”.

“DE DIENTES PARA AFUERA”
La primera opción, la de la defensa de la Nación “de dientes para afuera”, presupone que la presidenta Claudia Sheinbaum y su Gabinete ya estarían cooperando con el gobierno de Donald Trump en el diseño de una estrategia para asestar el golpe definitivo al crimen organizado, que satisfaga las expectativas del presidente Trump y les dé confianza de que México va a hacer lo suyo.

¿Cuál es el fundamento para pensar que esto podría estar sucediendo? Que, aunque en el discurso de la presidenta Claudia Sheinbaum se diga “A”, lo que de verdad está ocurriendo es “B”. Por ejemplo, en el discurso, la mandataria dice que defenderá la política de “Abrazos, No Balazos” que implementó su antecesor Andrés Manuel López Obrador. En la realidad, la estrategia de Omar García Harfuch está operando una línea opuesta, la de balazos, ya sin abrazos, y eso se demuestra no sólo en las capturas de algunos capos clave en Sinaloa y Tamaulipas, sino en el decomiso de decenas de laboratorios de fentanilo, desde Sinaloa hasta Nuevo León.

La cereza en el pastel que desmitifica el discurso presidencial “de dientes para afuera”, sobre la soberanía y la injerencia, se da con dos hechos. Uno, el dejar hacer y dejar pasar los sobrevuelos de aviones espías cercanos al espacio aéreo mexicano y el desplazamiento de buques sobre aguas cercanas a las costas mexicanas. Y dos, la aprobación en el Senado que legaliza la entrada de militares norteamericanos a territorio mexicano, con el argumento oficial de que vienen a entrenar a sus colegas mexicanos para la guerra que se avecina contra los capos.

LA ESTRATEGIA “JUAN ESCUTIA”
Sin embargo, cabe la posibilidad que, de verdad, la presidenta Claudia Sheinbaum se esté envolviendo en la bandera mexicana para lanzarse como “Niña Héroe” al vacío en defensa del honor de México. La lógica diría que esta postura de “Juan Escutia” es una locura, sobre todo, cuando el adversario es el presidente Donald Trump. Asumir esta posición sólo podría entenderse si alguno de los capos -de la droga o políticos- la amenazan con involucrarla en sus fechorías, si ella coopera con Washington para entregar sus cabezas. Es decir, “si no me defiendes, te vas conmigo al infierno”.

De hecho, bajo este esquema es que personajes morenistas señalados como cómplices de la delincuencia organizada -desde Mario Delgado hasta Rubén Rocha Moya- le habrían advertido no sólo a la presidenta Claudia Sheinbaum, sino a su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, que si los entregan a la justicia norteamericana, ellos tendrán que revelar que las órdenes vinieron “de arriba”.

Por ahora, lo que se filtra desde los organismos de inteligencia norteamericana, es que están a la espera de que el gobierno de Claudia Sheinbaum cumpla una primera entrega de personajes, antes de que se discuta, el 4 de marzo, la posible aplicación del 25 por ciento de aranceles a los productos mexicanos que importa Estados Unidos.

Al más puro estilo prehispánico, la ofrenda de un “sacrificio humano” para aplacar la ira de los dioses. ¿Cuál será la opción que elija la inquilina de Palacio Nacional? Muy pronto lo sabremos y viviremos sus consecuencias.

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