La sucesión de Carstens

Agustín Carstens es de los muy pocos funcionarios de la actual generación que gozan de un respeto absoluto en los círculos políticos, no se diga en los circuitos financieros y empresariales tanto nacionales como internacionales.

Su nombre y su actuar son sinónimos de confianza en que las políticas monetarias bajo su tutela y la de los vicegobernadores de Banxico están a buen resguardo.

Dicho lo anterior, extrañó ayer el sorpresivo anuncio de su muy anticipada renuncia como gobernador de Banxico, para irse a ocupar un prestigioso cargo global en el Banco de Pagos Internacionales.

Calificamos de muy anticipada, porque su salida está prevista para julio de 2017 y su debut en el nuevo cargo en octubre también del próximo año. ¿Por qué anunciarla ayer jueves primero de diciembre, siete meses antes de que suceda?