De la patada en violencia de género

Luego de conseguir la medalla de oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, Barranquilla 2018, las integrantes regiomontanas de la Selección Mexicana de Futbol nacional femenil fueron ignoradas por los medios al arribar a tierras norteñas.

Una vez que superaron a su similar de Costa Rica con un marcador final de 3 – 1, las portadas de los medios locales seguían teniendo a su similar varonil, la Selección Nacional de Futbol, y el eterno tema de quién sustituirá al colombiano Juan Carlos Osorio, hasta hace unas semanas seleccionador nacional.

“Espero que todos los diarios se fijen más en nosotras, y los medios nos pongan en la portada porque lo merecemos. hemos dado el oro a México en futbol ”, Kenti Robles, zaguera nacional, al concluir el partido frente a las ticas.

No fue hasta que Robles, defensa del Atlético de Madrid, alzó la voz en nombre de sus compañeras, que los medios locales atendieron el honroso hecho del bicampeonato de futbol. Esta omisión mediática contrasta con la presencia femenina en los medios nacionales, donde contrario a figurar con logros deportivos, científicos o culturales, los nombres de las mujeres suman la alarmante cifra de violencia de género en el paìs.

Este fenómeno, violencia de género, afecta  a un 66.1 % de las mujeres en México.

Es de llamar la atención que Nuevo León es el estado que más aporta jugadoras a la Selección Nacional, mientras que en las cifras rojas, se ubicó al estado como el primer lugar en violencia de género debido a los 51 feminicidios ejecutados en lo que va de 2018.

para muestra, un botón. La mañana del martes 17 de julio, un terreno baldìo del municipio de Juàrez mostrò el cuerpo ya sin vida de Ana lizbeth Polina Ramìrez, niña de ocho años que habìa desaparecido de su hogar tres dìas antes. Para màs datos, la fiscalìa, conformada en su mayorìa por personal masculino, activò hasta el 16 de julio la Alerta Amber, aunque habìan sido avisados con antelaciòn de la desapariciòn. Tràgica despedida para las futbolistas, quienes se despedìan de Monterrey con esta noticia rumbo a las tierras del mìtico Macondo.

Lo anterior indica la realidad que vive el estado. Evidencia que la cobertura mediática en el país hacia la figura femenina tiene un tinte doloroso: si las matan, son portada; si son campeonas, no importan.

Con esta coyuntura, el paìs se pregunta ¿las portadas seguirán siendo los feminicidios?