La Mafia del Agua, Capítulo 1: El negocio de las pipas

La sequía extrema de Nuevo León se convirtió en un negocio multimillonario para una cofradía de empresarios y funcionarios públicos coludidos al más alto nivel de los gobiernos de Samuel García y Jaime Rodríguez ‘El Bronco’.

La élite regiomontana explotó la tragedia de la escasez a través de una extensa red de corrupción en Agua y Drenaje de Monterrey: contratos de servicios de pipas otorgados por adjudicación directa a empresas fantasma y empresarios favoritos por 343 millones de pesos; conflictos de interés rampantes en la autorización de nuevos desarrollos inmobiliarios; licitaciones pagadas a sobre precio a compañías infiltradas en el gobierno y, encima de todo, una red de lavado de dinero de miles de millones de pesos que alcanza lo mismo a funcionarios de gobierno que a los nombres más prominentes de la clase empresarial de Nuevo León.

Se trata de una red financiera que ha derivado en la compra de más de cincuenta propiedades en Estados Unidos, incluido un departamento de 10 millones de dólares en el corazón inmobiliario de Nueva York. Ésta es la historia de la mafia del agua en Nuevo León y su primer capítulo tiene origen en el despacho de uno de los funcionarios más poderosos de la administración de Samuel García, el director de Agua y Drenaje de Monterrey, Juan Ignacio Barragán.