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21 de noviembre 2025

21 de noviembre 2025

Política

La investigación apunta contra el R1 del CJNG

El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, confirmó que Ramón Ángel Álvarez Ayala, alias “El R1”, líder de una célula del CJNG en Michoacán, dio la orden de asesinar al ex alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, el 1 de noviembre

Por Redacción Magenta

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¿Qué pasó?

• El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, confirmó que Ramón Ángel Álvarez Ayala, alias “El R1”, líder de una célula del CJNG en Michoacán, dio la orden de asesinar al ex alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, el 1 de noviembre.  

• La línea principal de investigación se construyó tras la captura de Jorge Armando “N”, “El Licenciado”, señalado como operador de la célula: él habría coordinado a los tiradores y señalado al R1 como su jefe directo e interlocutor con la cúpula del cártel.  

• De acuerdo con las autoridades, el ataque fue ejecutado por un grupo de jóvenes reclutados por el CJNG, incluido un menor de 17 años consumidor de metanfetaminas, quien disparó contra Manzo en pleno centro de Uruapan.  

• Dos días antes del crimen, el 30 de octubre, la misma célula habría intentado asesinar a Manzo en una gasolinera; el intento fallido derivó en “castigos internos” contra los sicarios por no cumplir la orden.  

• La reconstrucción de mensajes en WhatsApp y la información extraída de los teléfonos de los implicados permitieron trazar la cadena de mando y colocar al R1 como objetivo prioritario de los operativos federales y estatales en Michoacán.  

¿Por qué importa?

• El caso exhibe la capacidad de una estructura regional del CJNG para ordenar y ejecutar el asesinato de una autoridad electa en un espacio público concurrido. El caso exhibe la vulnerabilidad de gobiernos municipales frente al crimen organizado en Michoacán.  

• La trayectoria del R1 -identificado en 2012 como segundo en importancia dentro del CJNG, encarcelado una década y liberado en 2022 por decisión judicial- ha sido interpretada como un ejemplo de presuntos vínculos corruptos entre funcionarios, políticos y la delincuencia organizada.

• El uso de menores de edad, la permanencia del clan Álvarez Ayala y sus brazos armados, pese a años de investigaciones y detenciones, apuntan a fallas estructurales en la política de seguridad en el corredor Jalisco-Michoacán.  

Los detalles:

• En el chat donde se coordinó el asesinato, Jorge Armando “N” transmitía instrucciones atribuidas al R1, referido como “el patrón”, incluyendo el mensaje de agradecimiento tras el ataque y la orden explícita de evitar que hubiera detenidos entre los sicarios.  

• Los tres jóvenes que participaron en el operativo tenían roles diferenciados: Víctor Manuel “N” como tirador, abatido en el lugar; Ramiro “N” como coordinador en campo y reclutador; y Fernando Josué “N” como acompañante del agresor. Ramiro y Fernando fueron asesinados el 10 de noviembre y sus cuerpos hallados en la carretera Uruapan-Paracho.

• A partir de los teléfonos encontrados junto a los cuerpos de Ramiro y Fernando, las autoridades rastrearon el grupo de mensajería donde se monitoreaba en tiempo real el movimiento de Manzo, desde su presencia en el Festival de la Vela hasta el momento del ataque.  

• Harfuch ha señalado que, además de la captura de “El Licenciado”, ya fue detenida una segunda persona que esperaba a los agresores para facilitar su huida, y que se preparan más órdenes de aprehensión contra integrantes de la misma célula.  

• Mientras la Fiscalía de Michoacán asegura que no descarta un posible móvil político y reconoce 83 denuncias por corrupción presentadas por Manzo contra la administración anterior, Omar García Harfuch, secretario de Seguridad Ciudadana federal afirma que no hay, por ahora, una línea sólida de investigación contra los políticos mencionados por la familia de la víctima.  

El contexto:

• La captura de Jorge Armando “N” en Morelia fue descrita por los investigadores como el “hilo rojo” que permitió llegar hasta el R1, señalado como el cerebro de la operación y cabeza de una célula “muy, muy local” del CJNG que opera en al menos cuatro municipios de Michoacán junto con su hermano Rafael, alias “R2”.  

• Los hermanos Álvarez Ayala saltaron a la luz pública en 2012, cuando el Ejército los detuvo en Guadalajara tras un operativo con apoyo aéreo. Entonces, la Secretaría de la Defensa Nacional los identificó como altos mandos del CJNG, encargados de acciones contra grupos rivales en Guanajuato y Michoacán.  

• Tras la caída de Nicolás Balcázar López, “El Bronco”, Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”, delegó al R1 el control del narcotráfico en la zona metropolitana de Guadalajara y el norte de Jalisco, además de la ofensiva en Guanajuato y Michoacán contra los Caballeros Templarios, Los Zetas y, más recientemente, el conglomerado Cárteles Unidos.

• El R1 y el R2 pasaron alrededor de diez años en prisión por delitos de delincuencia organizada antes de ser liberados en noviembre de 2022 por resoluciones judiciales. Desde entonces, según reportes oficiales y de prensa, el clan consolidó su influencia regional a través de brazos armados como las Fuerzas Especiales R1 y Los Cannabis, mientras se acumulaban señalamientos sobre sus vínculos con figuras políticas locales como el exalcalde de Apatzingán, Roldán Álvarez Ayala.

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