15 de julio 2021
Política
La Gran Estafa en la Uni de Nuevo León
La Universidad Autónoma de Nuevo León tiene una gran historia, pero también es víctima de una Gran Estafa.
Por Magenta Staff
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La Universidad Autónoma de Nuevo León tiene una gran historia, pero también es víctima de una Gran Estafa.
Una investigación realizada por el periódico El Norte reveló un entramado de empresas fantasma y factureras, las cuales han desviado al menos 700 millones de pesos de la Universidad Autónoma de Nuevo León, durante la gestión del actual rector, Rogelio Garza Rivera.
De acuerdo con documentos a los que tuvo acceso el diario regiomontano, la red está conformada por una serie de compañías que figuran a personas de bajos recursos como sus socios fundadores, así como por firmas declaradas por el SAT como empresas facturadoras de operaciones simuladas (EFOS). Y otras compañías que, si bien no pueden ser catalogadas como empresas fantasma, siguen el mismo patrón que las llamadas factureras.
Estas firmas, detalla el medio, cuentan con escasos empleados y la Uni de Nuevo León -como se le conoce localmente- habría sido prácticamente su único cliente.
Y como suele suceder, los prestanombres multimillonarios declararon al diario que ellos, ni enterados estaban de la situación.
Entre los servicios contratados por la Máxima Casa de Estudios de Nuevo León a estas empresas, se encuentran presuntos servicios de mantenimiento y limpieza.
Otras compañías -que podrían ser denominadas como «todólogas» por la amplia gama de servicios que supuestamente prestan a la universidad- habrían vendido uniformes médicos, insumos deportivos, alimentos, así como habrían organizado viajes, hospedaje y transportación.
Al día de hoy, el único funcionario universitario vinculado a la red es el director de Procesos Administrativos, José Abelardo Araiza González, identificado como colaborador cercano del rector, Rogelio Garza Rivera.
Y es que una empresa en la cual Araiza González es accionista facturó 116.8 millones de pesos a oootra compañía, la cual, a su vez, transfirió cantidades millonarias a dos empresas fantasma.
Ante esta situación, el morenista y diputado local electo Waldo Fernández advirtió que una vez que tome protesta el en octubre solicitará la intervención de la Fiscalía General de la República, de la Auditoría Superior de la Federación y de la Unidad de Inteligencia Financiera para que tomen cartas en el asunto.
Además, el licenciado en Derecho por la mismísima Universidad Autónoma de Nuevo León, haciendo eco a posicionamientos que había manifestado anteriormente, hizo un llamado a crear una Unidad de Inteligencia Financiera estatal que pueda investigar lo que él llamó “una versión local de la Estafa Maestra”.
Y mientras tanto -por si quedaba duda- el rector Rogelio Garza Rivera, no ha dado la cara.