25 de enero 2019
Deportes
La bala que lo cambió todo
Se cumplen 9 años del atentado que sufrió Salvador Cabañas en el Bar Bar. En un segundo, la vida del mejor futbolista en México cambió para siempre
Por Juan Reyna
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Hay vidas que dan un giro de 180 grados en solo un instante.
De la gloria al infierno, así pasó Salvador Cabañas la madrugada del 25 de enero del 2010 en los baños del “Bar Bar”, un concurrido centro nocturno de la capital.
La bala calibre 25 que le disparó en la cabeza José Jorge Balderas Garza, apodado ‘JJ’, truncó para siempre la carrera del ídolo americanista y jugador estrella de la Liga MX.
‘Chava’ se encontraba a los 29 años en la cumbre de su carrera: pretendido por clubes europeos, acababa de firmar otro contrato millonario con las Águilas y en seis meses jugaría el Mundial de Sudáfrica 2010, un sueño que no pudo cumplir 4 años antes, en Alemania, porque el técnico de la Selección Paraguaya nunca lo alineó en los partidos.
Hoy se cumplen 9 años de unos de los días más trágicos para nuestro fútbol, un día como hoy del 2010, el «chava» Salvador Cabañas recibió un disparo en la cabeza que acabó con su carrera profesional en una discoteca de México. pic.twitter.com/VHkrkZn50h
— Ale Silva (@alesilvaper) 25 de enero de 2019
Tras dos meses debatiéndose entre la vida y la muerte, salvó la existencia, el tesoro más preciado, pero no volvió a ser el mismo.
Si bien, el balazo no lo dejó con una discapacidad notoria, ya no pudo volver a jugar profesionalmente por deficiencias psicomotrices y sólo regresó a entrenar con un equipo de segunda división de su natal paraguay, además de disputar un partido amistoso.
El 25 de enero de 2010, Salvador Cabañas sufrió un atentado que puso en peligro su vida y carrera.
A nueve años del trágico día que cambió la vida del ídolo del América y la Selección Paraguaya, te presentamos mañana un especial. pic.twitter.com/ccBNMpiYLT
— ABC TV Paraguay (@ABCTVpy) 24 de enero de 2019
Su vida privada quedó en bancarrota: se divorció y volvió a la casa de sus padres para valerse por sí mismo y apoyar en la panadería familiar, un negocio que tienen en Itaguá, la ciudad en que nació.
Nueve años después, la bala continúa alojada en el cerebro de Salvador Cabañas, la que cambió para siempre su vida.