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21 de noviembre 2024

23 de agosto 2024

Internacional

Kamala Harris le regresó la esperanza al Partido Demócrata

El verano fue caótico para los demócratas. Sin embargo, la vicepresidenta le ha devuelto a la izquierda la noción de que pueden ganar la elección de noviembre.

Por Redacción Magenta

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Kamala Harris le regresó la esperanza al Partido Demócrata. Ese parece ser el consenso en la izquierda estadounidense después de que la candidata presidencial tomó el escenario en la Convención Nacional en Chicago. El promedio de encuestas nacionales recopiladas por the New York Times muestra una ventaja de dos puntos porcentuales de Harris sobre Donald Trump. En julio, el candidato del Partido Republicano estaba adelante por cinco puntos. 

“Prometo ser una presidenta para todos los americanos”, declaró Harris. Con un discurso enérgico y apelando a la clase media, la vicepresidenta de Estados Unidos hizo frente a las críticas que señalaban que no había aparecido en público y que su ‘moméntum’ era una construcción artificial de medios liberales. 

Thomas Sowell, un economista conservador con influencia significativa en los círculos de poder del Partido Republicano, publicó un editorial este viernes en The Wall Street Journal en el que urgió a la derecha a buscar un caso contra Harris. “El tiempo se está acabando”, advirtió. El escrito refleja una percepción generalizada en el equipo de Donald Trump de que los republicanos no han encontrado una línea de ataque efectiva contra la candidata presidencial demócrata. Trump ha dicho que Harris “no siempre se identificó como negra” y que el candidato demócrata a la Vicepresidencia, Tim Walz, realmente no fue un coach de fútbol americano, sino “un coach asistente”. Ninguna de estas dos críticas resonó en el electorado. 

El discurso de Harris en la Convención Nacional Demócrata puso de relieve un importante cambio cultural e ideológico en el partido: por primera vez desde la administración de Barack Obama, la izquierda retomó banderas de patriotismo, libertad y “excepcionalismo americano”, tres conceptos que en la última década habían sido monopolizados por la derecha. 

Harris está enfocando la construcción de una plataforma centrada en los intereses de la clase media. “Toda mi carrera, mi único cliente ha sido el pueblo americano”, dijo en Chicago. Durante la Convención Nacional Demócrata, los oradores, incluyendo a Michelle y Barack Obama, han reiterado el mensaje que Harris es la representante de la clase trabajadora. 

En materia de política pública, la vicepresidenta planteó recortes de impuestos para los deciles de ingreso medio, políticas para controlar la discrecionalidad de la industria farmacéutica en el encarecimiento de precios de medicamentos de prescripción, la expansión de derechos de aborto y un ambicioso programa de construcción de vivienda. También hizo un llamado a aprobar una reforma migratoria bipartidista que ponga orden en la frontera.

La estrategia pretende neutralizar el avance del discurso populista del Partido Republicano en estados clave para un triunfo demócrata en el Colegio Electoral. A Harris le basta ganar en el ‘muro azul’ de Wisconsin, Michigan y Pensilvania para asegurar la victoria. Sin embargo, también está recuperando terreno perdido con las minorías raciales en estados balanza como Arizona, Nevada y Carolina del Norte, que podrían abrir un camino alternativo a los 270 votos del Colegio Electoral. 

Políticamente, el gran logro de Harris ha sido el de la consolidación de la unidad en el Partido Demócrata. La vicepresidenta ha sumado a su proyecto lo mismo que al senador más a la derecha de la coalición, Joe Manchin, que a la congresista progresista Alexandria Ocasio-Cortez, quien pronunció un icónico discurso en la Convención Nacional. 

Harris ha sido diplomática en el tema más contencioso del partido: la Guerra en Gaza. Si bien, ha reconocido el derecho de Israel a defender su territorio, también ha insistido en el derecho palestino a la autodeterminación. Además, la vicepresidenta ha puesto énfasis en la necesidad de llegar a un acuerdo de cese al fuego. 

El verano fue caótico para el Partido Demócrata. Sin embargo, Kamala Harris le ha regresado a la izquierda la noción de que pueden ganar la elección de noviembre. 

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