17 de junio 2016
Deportes
El juego político de la Euro
El juego diplomático entre Rusia y Francia se ha vuelto rudo y podría ponerse peor si el asunto de los hooligans amerita la tarjeta roja
Por Carlos Ledezma
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El juego diplomático entre Rusia y Francia se ha vuelto rudo y podría ponerse peor si el asunto de los hooligans amerita la tarjeta roja.
La entrada al campo mediático de este puñado de fanáticos deportivos ha generado faltas y jaloneos. Pero esa situación no solo se vive en el rectángulo verde.
Tarjeta amarilla
Luego de los incidentes en el que participaron ultras ingleses y rusos, la UEFA sacó la amarilla y advirtió que expulsaría del torneo a ambas selecciones si sus aficionados volvían a protagonizar peleas.
La amenaza fue más enfática contra los rusos, que han sido protagonistas de rudeza innecesaria en lo que va del torneo continental.
El contragolpe
Rusia aplicó el contragolpe, pero desde otro lado de la cancha. Utilizó a sus jugadores más desequilibrantes para tomar el control del juego.
Serguéi Lavrov, Ministro de Exteriores de ese país, “ingresó a la cancha” y apuntó directo a la portería francesa.
Dijo que era “totalmente inadmisible” la detención de 43 aficionados de su país y convocó al embajador francés para advertirle que atizar sentimientos antirrusos en el Campeonato Europeo podría agravar la atmósfera de las relaciones bilaterales.
El refuerzo
Vitaly Mutko, Ministro de Deportes ruso también se puso los tachones y sacó un disparo raso y colocado.
Aseguró que no podía garantizar que se repitieran incidentes con hinchas rusos, ya que “están siendo provocados constantemente y pase lo que pase, siempre se les culpa a ellos”.
Tarjeta roja
Por lo pronto, Francia expulsó a Alexander Shprygin, líder de los hinchas rusos junto con otros 20 aficionados.
Tres recibieron sentencias de cárcel, hay más de 300 hooligans detenidos… y aún faltan tres semanas de actividad.
La estratega
El presidente ruso, Vladimir Putin, sacó su tabla de estrategias y pidió a los responsables de su país que extraigan lecciones de los fallos en la gestión de la seguridad de la Eurocopa para la organización del Mundial de 2018, que será en su territorio.
Tiempos extras
A como están las cosas, parece que los balonazos seguirán dentro y fuera de la cancha por tiempos extras… Y es que si en América se dice que el futbol es como una religión, en Europa parece ser un asunto político.