16 de junio 2025
Política
INE denuncia fraude, pero declara validez de la Elección Judicial
Carla Humphrey, consejera con vínculos a Morena, concedió el voto decisivo que permitió aprobar la validez de la Elección Judicial, pese a que la mayoría de los miembros del Pleno del Consejo General del INE detectaron irregularidades
Por Redacción Magenta
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Carla Humphrey, la consejera del Instituto Nacional Electoral (INE) con vínculos a Morena, otorgó el voto decisivo que permitió aprobar la validez de la Elección Judicial. Esto, a pesar de que la mayoría de los miembros del Pleno del Consejo General del INE detectaron serias irregularidades en los comicios.
El papel que jugó Humphrey, pareja del funcionario federal Santiago Nieto, se coloca a la par de las determinaciones que han permitido validar, de manera siempre marginal, el desmantelamiento del Poder Judicial: el voto bajo presión de Miguel Ángel Yunes Márquez que le dio la mayoría calificada a Morena y a sus aliados en el Senado, así como el voto del ministro Alberto Pérez Dayán en contra de un proyecto que pretendía declarar inconstitucional la Reforma Judicial. En los tres casos, en tres instancias institucionales distintas, un solo voto hizo la diferencia.
La reciente declaración del Consejo General del INE sobre la validez de la Elección Judicial expone una fractura profunda entre la premisa de garantizar la integridad del voto y la omisión de irregularidades que, en principio, parecían suficientes para invalidar el proceso. El escrutinio, lejos de ser una mera formalidad, reveló prácticas que evocan episodios oscuros del pasado electoral mexicano, y, sin embargo, prevaleció la tesis de la “validez general” frente a un cúmulo de signos que muchos consejeros consideraron “gravísimos”.
El debate en el Consejo General del INE
Durante más de tres horas de debate, varios consejeros describieron irregularidades que iban desde “casillas con más votos que votantes” hasta boletas aparecidas marcadas sin haber pasado por urna.
El consejero Jaime Rivera sintetizó este diagnóstico al afirmar: “Encontrar esas evidencias y huellas de fraude fue para mí como un viaje al pasado”, aludiendo a prácticas olvidadas -o, supuestamente, superadas- en la vida electoral mexicana.
Dania Ravel coincidió al mencionar: “En esta elección vimos renacer muchas conductas que yo pensé que estaban enterradas en el pasado, conductas que a mí no me tocó vivir en mi juventud, pero que personas mayores que yo sí las vivieron”, evocando términos como “ratón loco” o “urnas embarazadas”.
Claudia Zavala advirtió de forma contundente: “Ha sido lamentable constatar que, en este primer ejercicio de elección popular de personas juzgadoras, se hayan registrado una serie de prácticas y conductas corruptas y antidemocráticas, realizadas bajo formas organizadas y eventualmente financiadas con recursos cuya procedencia desconocemos”.
Arturo Castillo fue explícito al exponer: “Existe un importante cúmulo de indicios que documentan posibles irregularidades graves y generalizadas, que desde mi perspectiva generan una duda razonable sobre su validez, de ahí que proponga no declarar la validez”.
Martín Faz, apoyando esta visión, describió la operación “acordeón” con precisión numérica: “Esto equivale a decir que en el 61.74% de las casillas obtuvieron la mayoría de votos entre seis y nueve candidaturas de dicho acordeón, con lo que se consumó una operación que tira por la borda décadas de lucha ciudadana por la autenticidad del voto”.
Sin embargo, a la par de estas voces críticas, el bloque que avaló la validez sostuvo la defensa de la limpieza del proceso con el argumento de que la exclusión de 818 casillas -de más de 84 mil- no comprometía el resultado global. Guadalupe Taddei, en su defensa, sentenció: “Yo sí voy a defender el trabajo de este Instituto. No admito que se ponga en duda por 818 casillas contra más de 80 mil, ni la integridad, ni la limpieza, ni la pulcritud… Aceptémoslo, colegas, tuvimos un proceso electoral excelente. El INE cumplió y cumplió bien”.
Frente a un bloque de cinco consejeros que propusieron invalidar, seis optaron por avalar el resultado. Fue en esa votación donde el breve recuento de Carla Humphrey sobre estas irregularidades tuvo un matiz paradójico: tras subrayar “casillas con altísima participación ciudadana, el fenómeno oprobioso de las boletas sin señales de dobleces, la desaparición de los listados nominales de casilla, la misma caligrafía en diversas boletas con idéntica secuencia numérica, el robo de paquetes electorales enteros… y los acordeones a las puertas de las casillas o en redes sociales”, terminó alineándose con la defensa de la validez.